La Comunidad aumenta en un 34,5% el presupuesto anual destinado a la Renta Mínima de Inserción, hasta los 63,7 millones

MADRID 9 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Comunidad de Madrid aumentará un 34,5 por ciento el presupuesto anual destinado a la Renta Mínima de Inserción (RMI), hasta alcanzar los 63,7 millones de euros de inversión, según ha informado el vicepresidente y portavoz, Ignacio González.

En concreto, la cantidad dedicada a éste área se incrementa en 11,7 millones de euros sobre los 52 millones previstos inicialmente para todo 2010. De esta suma, 48 millones se destinan a subsidios, y los 4 millones restantes sufragan proyectos de integración, subvenciones, intervenciones y convenios.

La ampliación del gasto destinado a la RMI viene provocada "por un incremento progresivo de la demanda de esta prestación a lo largo del año", según ha explicado González tras el Consejo de Gobierno celebrado este jueves.

El número de familias perceptoras de esta prestación previsto para el mes de diciembre es de 14.050, lo que equivale a facilitar apoyo a unas 40.000 personas. Esta cifra contrasta con las 10.329 familias que recibían la RMI hace tan sólo un año.

El responsable regional ha recordado que esta prestación cubre las necesidades básicas de los ciudadanos cuando éstos no puedan obtener otros ingresos por medio trabajo, pensiones o ingresos derivados de la protección social. Es decir, que se sitúa como una ayuda esencial para las clases más desfavorecidas, que sufren especialmente la actual coyuntura económica adversa.

Precisamente, el Gobierno autonómico quiere expresar "su total respaldo" a estas personas, con un apoyo que siempre ha demostrado, y que reitera ante la incertidumbre que pueden estar soportando algunas familias, según ha destacado González.

No obstante, ha recalcado que "el objetivo de esta prestación no es conceder a los perceptores de la misma un subsidio indefinido, sino permitir a las familias un sustento puntual en un momento de dificultad y trabajar con ellas para motivarlas a encontrar trabajo y a salir del bache".

INCREMENTO DE LAS CUANTÍAS

La RMI no sólo crece desde el punto de vista del número de perceptores sino que, además, lo hace en términos de cuantías. Así, entre enero y junio de 2010, la prestación mensual básica ha ascendido a 370 euros.

Mientras que, en lo que se refiere del mes de julio en adelante, ésta rebasa los 375,5 euros, lo que implica una subida del 1,5 por ciento. "Con este aumento el Ejecutivo autonómico cumple su compromiso de revisar y ajustar la RMI en función del incremento del IPC por encima del 0,5 por ciento", ha apostillado González.

La cuantía media mensual de la RMI se sitúa en los 406 euros, llegando a alcanzar algunas prestaciones económicas los 527 euros. Respecto a los requisitos exigidos para la percepción de la RMI, en general, son tener residencia legal en la Comunidad, ser mayor de 25 años y menor de 65, carecer de recursos económicos suficientes (ingresos inferiores a la pensión no contributiva de la Seguridad Social y un patrimonio menor a los 22.000 euros, sin contabilizar la vivienda de residencia), así como no cobrar otro tipo de prestaciones o pensiones procedentes de otros organismos.

PERFIL DE LOS BENEFICIARIOS

En cuanto al perfil de los beneficiarios de la RMI, casi el 70 por ciento de los titulares está en situación de desempleo. La Comunidad de Madrid, que no tiene competencia en las prestaciones por desempleo, responderá a todas las solicitudes de madrileños en paro que cumplan los requisitos de la RMI, ya que esta ayuda, además, está reconocida como derecho subjetivo por la normativa autonómica.

Asimismo, el demandante medio de la RMI se caracteriza por una mayoría de mujeres -representando el 68,5 por ciento de los perceptores-, con una edad media de 43 años y familias con menores a su cargo, que suponen el 44 por ciento de los beneficiarios. Además, la mayoría de familias que reciben la RMI vive en régimen de alquiler.

Respecto al tiempo de permanencia en esta prestación, los datos apuntan a una tremenda diversidad de situaciones de los beneficiarios.

Más del 30 por ciento de ellos permanece menos de dos años como titular de este derecho, lo que en definitiva supone que existen notables posibilidades de integración social.