Condenada la aseguradora de un hospital a indemnizar con 64.000 euros por una muerte fetal tras retrasar un parto

Personas entran por la puerta de los Juzgados de Instrucción ubicados en la Plaza de Castilla de Madrid.
Personas entran por la puerta de los Juzgados de Instrucción ubicados en la Plaza de Castilla de Madrid. - Ricardo Rubio - Europa Press - Archivo
Publicado: martes, 14 enero 2020 11:55

MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de Primera Instancia número 45 de Madrid ha condenado a la asegurado de un hospital privado del distrito Ciudad Lineal a indemnizar con 64.407 euros a una mujer por una muerte fetal como consecuencia de retrasar un parto.

Así consta en una sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que se estima parcialmente la demanda formulada por la afectada, a través de los servicios jurídicos de la Asociación 'El Defensor del Paciente'.

El juez instructor concluye en la sentencia que la pérdida del bebé produjo en los padres "una situación de zozobra, angustia, ansiedad y un impacto emocional".

Los hechos tienen su origen en febrero de 28 de febrero cuando la mujer, de 33 años, comenzó su primera gestación, de la que tuvo un control gestacional correcto y favorable hasta el final de su gestación.

Días previos al nacimiento, en la recta final del embarazo, se objetivaron dos monitorizaciones fetales "rigurosamente" normales, sin desaceleraciones y bienestar fetal total y ecografías del todo normales.

El 23 de noviembre de 2016, la parturienta acudió a una monitorización fetal en el citado hospital, durante más de una hora de monitorización, donde fue diagnosticada de registro fetal sin ascensos.

Tras ello, acudió a otro hospital para ser valorada, estableciendo los sanitarios persistencia de ausencia de ascensos en la frecuencia cardiaca fetal.

En el ingreso a la paciente en el Hospital HM Nuevo Belén, a pesar de percibir ausencia de ascensos en la frecuencia cardiaca, con movimientos fetales, ese día el feto seguía con vida, "pero no se planificó una cesárea hasta la mañana siguiente, a pesar de la gravedad del cuadro con un diagnóstico de bienestar materno-fetal".

Según el relato de los hechos, el 24 de noviembre en la monitorización de control, previa a la cirugía, se diagnosticó que el feto a término, varón, había fallecido.

Esto produjo en los padres un cuadro de ansiedad intenso, en relación al fallecimiento fetal intrauterino, incluso el padre tuvo problemas cardiacos y depresivos, precisando de tratamiento con antidepresivos y baja laboral. Actualmente se encuentra en tratamiento psicoterapéutico. La madre también estuvo bastante afectada por el impacto.