Actualizado: martes, 10 agosto 2010 14:52

MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -

La delegada de Servicios Sociales y Familia, Concepción Dancausa, ha afirmado que "probablemente la cuestión del desempleo afecta a que haya mayor violencia", en referencia a los numerosos episodios de agresiones en piscinas municipales durante los meses de verano.

"Si hay un 50 por ciento de la población en paro, es evidente que cuando hay poco que hacer, uno se alía con el diablo", ha declarado la delegada, que ha apuntado que, en cualquier caso, "eso no justifica que se cometa violencia, pero la situación de crisis afecta a estas cuestiones".

Dancausa ha afirmado no saber "si hay más o menos agresiones que el año pasado", y ha añadido que desde Asuntos Sociales "se ha colaborado con algunos distritos para poner educadores y dinamizadores sociales dentro de las piscinas, concretamente el año pasado y este en Usera".

La visión de Dancausa contrasta con la expresada por asociaciones sociales que trabajan con jóvenes en riesgo de exclusión social, como el Colectivo La Calle, que ha atribuido el aumento de las agresiones a la eliminación este verano de algunos campamentos urbanos y programas públicos para este tipo de muchachos.

En declaraciones a Europa Press, el responsable del Colectivo, Fernando Saleta, se quejó de que este año tanto el Gobierno regional como el municipal ha eliminado por la crisis la mayoría de las partidas presupuestarias que otros años han destinado a diferentes asociaciones que trabajan para que los menores conflictivos realicen talleres y ocupen su tiempo de una forma constructiva durante las vacaciones de verano.

Saleta, que señaló que su organización continúa realizando actividades con menores de entre 6 y 16 años de forma voluntaria y altruista, ha lamentado que no "se hayan denegado o simplemente no se hayan convocado" muchas de las subvenciones y ayudas con las que este tipo de entidades realizaban estos programas.

"En verano nos centramos más en actividades de tiempo libre y ocio, mientras que en invierno hacemos más talleres. Así, evitamos que los chicos utilicen su tiempo libre de forma pasiva o jorobando a los demás. Si no les encaminas sus energías y sus ganas de hacer cosas hacia actividades deportivas y de grupo, pues dedican sus energías a cosas negativas. El otro día pregunté a un chico por qué se dedicaba a golpear papeleras y mobiliario urbano y me dijo que porque se aburría", ha explicado Saleta.

AUMENTO DE LAS DENUNCIAS POR AGRESIONES A TRABAJADORES

El personal y usuarios de las piscinas del sur de Madrid llevan años denunciando que no pueden disfrutar de las instalaciones deportivas porque "sufren agresiones tanto físicas como verbales", que este año han ido más, puesto que se han cerrado las instalaciones de La Elipa y Entrevías, tal y como ha apuntado el secretario general de la sección sindical de UGT de las instalaciones deportivas del Ayuntamiento de Madrid, Juan Carlos Rodríguez.

"Nos encontramos con todos los entornos sociales más desfavorecidos. Evidentemente no tenemos problemas en instalaciones como Aravaca o en las del distrito Centro", ha denunciado Rodríguez.

Una de las operarias de la piscina de Palomeras ha apuntado que se trata de un "problema mucho más profundo" al englobar focos de pobreza y escasez de formación. "Seguramente estos niños han recibido malos tratos en su infancia y ahora lo reflejan en el resto de la sociedad", ha argumentado.

En cualquier caso, todos ellos han subrayado el miedo y el estrés con el que tienen que trabajar diariamente, sobre todo en los turnos de tarde, por lo que demandan protocolos de seguridad, mejoras en las instalaciones como vallas más altas, y mayor presencia policial.

Desde UGT han apuntado que en las instalaciones de Plata y Castañar, en Villaverde, el protocolo de Seguridad y Salud ha conseguido "limitar bastante este tipo de agresiones". Mientras tanto, la situación es lo más parecido a un "reino de taifas" en el que, hasta el personal de seguridad sufre agresiones.

En Palomares aseguran que tan sólo de vez en cuando una patrulla de municipales se da una "vueltecita", pero su efecto es muy limitado, puesto que la seguridad depende de una empresa subcontratada cuyo personal no tiene "mucha preparación".