En materia educativa, los padres siguen planteando situaciones de "hostigamiento o acoso hacia sus hijos" en el centro escolar
MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, anunció hoy que el número de quejas presentadas en 2009 en el ámbito de la Educación Infantil no obligatoria (de cero a tres años) ha caído un 35 por ciento con respecto a las registradas en el ejercicio anterior, según se desprende de la Memoria 2009 que presentó este comisionado en la Asamblea de Madrid.
Según señaló Canalda, la institución ha desarrollado durante el último cuatrimestre de 2008 y la primera etapa de 2009 sendos Planes de Visitas a Escuelas de Educación Infantil para dar respuesta a la "inquietud" con la que se encontró el pasado año sobre este particular y ha llegado a la conclusión de que la Comunidad de Madrid cuenta en la actualidad "con una red de atención de gran calidad en materia de educación y asistencia a la primera infancia".
A su juicio, el "esfuerzo" realizado desde la Consejería de Educación ha permitido aumentar de manera "significativa" en los últimos años el número de plazas de Educación Infantil de Primer Ciclo, un incremento "que ha sido posible gracias a la creación de nuevas Escuelas de Educación Infantil y a la utilización de aulas antes destinadas al segundo ciclo".
Esta mejora también se debe, explicó Canalda, a la reorganización de las Escuelas en múltiples municipios de la Comunidad o al aumento del número máximo de alumnos en las unidades de 1-2 años y, sobre todo, en 2-3 años. En este sentido, destacó que la aplicación de las nuevas ratios ha permitido que más de 4.700 nuevas familias madrileñas hayan podido beneficiarse de una plaza en una Escuela Infantil pública el primer curso de vigencia de la normativa.
En este punto, añadió que su institución "hasta ahora" no ha recibido quejas de padres relativas a posibles situaciones de desatención de sus hijos ocasionadas precisamente, por este aumento "adecuadamente planificado y proporcionado", pese a que es una de las denuncias continuas de sindicatos y profesores de escuelas infantiles, que desde que se aprobó el Decreto de Mínimos reclama un cambio en las ratios.
Así, aseguró que a la vista de los datos y documentación analizada, y de la observación e informaciones recabadas, el Defensor no ha podido deducir que el aumento del número máximo de niños por aula "haya provocado una merma en la calidad del servicio educativo prestado, en parte, gracias al esfuerzo organizativo de los equipos directivos y al elevado nivel de profesionalidad de los docentes".
Canalda aseguró que tampoco comparten la afirmación de que los Decretos aprobados convierten esta etapa educativa "en meramente asistencial con base en el aumento de las ratios", ya que ello supone, a su juicio, una "peligrosa simplificación". "Efectivamente, siendo el número de alumnos por aula un aspecto de gran importancia, sin duda no es el exclusivo determinante de la idoneidad de la educación ofrecida estos niños", apuntó.
No obstante, reconoció que sí ven necesario el mantenimiento, durante estos primeros años de vigencia de la nueva normativa, de una especial atención por parte de la Administración educativa a fin de garantizar la adecuada adaptación de los centros.
ACOSO EN EL COLEGIO
Según el Defensor, el pasado año se siguieron planteando por los padres situaciones "de hostigamiento o acoso hacia sus hijos en el centro escolar" siendo lo novedoso el uso de las nuevas tecnologías para grabar y reproducir vejaciones y actos violentos, "una nueva vertiente de estos hechos que habrá que tener en cuenta para su prevención y tratamiento", manifestó.
Canalda explicó que la actuación del Defensor está dirigida fundamentalmente a tratar de que se actúe de forma "decidida" por parte del colegio, abordando el asunto junto con el equipo directivo del centro y con las familias, con la perspectiva de que se adopten "medidas rápidas y ejemplarizantes, justas y proporcionadas, hacia los acosadores".
Además, señaló que cuando las medidas preventivas no funcionan y se produce el acoso, "es necesario realizar desde el equipo directivo una labor pedagógica a toda la comunidad escolar tendente a transmitir que, una situación de este tipo reviste carácter de excepcionalidad y gravedad y ha de ser tratada con medidas excepcionales y verdaderamente onerosas para el agresor".
Así, explicó que se ha reclamado "con frecuencia" a los centros la "necesaria receptividad" hacia los planteamientos de las familias sobre situaciones de acoso y "la colaboración fluida entre ambos", de manera que pueda trasladarse a los padres "un mensaje de confianza en las medidas adoptadas y en las que, de forma dialogada, se puedan adoptar".
En relación a los casos de acoso a profesores, para el Defensor la elaboración de la norma que otorga a los profesores la condición de "autoridad pública", favorece que se reconozca claramente la autoridad del profesor, "tanto por parte de los alumnos, como por parte de algunos padres que en ocasiones no valoran el importante papel que juegan los profesores en la sociedad y, de forma particular, en la educación de los menores".
Por lo que respecta al servicio de comedor escolar, en el marco del acuerdo que mantiene este comisionado parlamentario desde febrero de 2007 con las organizaciones representativas de los centros educativos privados y concertados de la Comunidad de Madrid, se ha continuado trasladando a esas entidades las quejas recibidas durante 2009 en relación con la ausencia de menús sin gluten.
Por ello, se ha invitado a los equipos directivos de estos centros a valorar la viabilidad de incorporar estos menús en su servicio de comedor, aún cuando su prestación no tiene carácter obligatorio, a diferencia de lo que sucede con los de titularidad pública. En este punto, destacó el esfuerzo que realizan cada año más colegios pues "la mitad de los centros sobre los que sen ha recibido quejas desde la celebración del acuerdo han incorporado ya menús sin gluten".
En cuanto a los expedientes relativos a actividades extraescolares las problemáticas expuestas durante 2009 han sido muy variadas si bien, un año más, Canalda destacó aquellas referidas a las dificultades con que en ocasiones se encuentran aquellos alumnos que padecen enfermedades crónicas.
En su opinión, resulta "perfectamente posible" que los niños que padecen patologías, aun de cierta gravedad, puedan participar con normalidad en las mismas actividades que sus compañeros. Para ello debe existir, tanto por parte de sus familias como de los equipos directivos y educadores de los centros, "la firme voluntad de buscar soluciones adecuadas a las circunstancias de cada alumno".
