El Defensor del Paciente explica que el caso del bebé concluyó "satisfactoriamente" tras indemnizar al padre

Europa Press Madrid
Actualizado: miércoles, 16 junio 2010 20:38

MADRID 16 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Defensor del Paciente de la Comunidad de Madrid, Juan Ignacio Barrero, explicó hoy que el caso del bebé Rayan, hijo de la primera víctima mortal de gripe A en Madrid, concluyó "hace tiempo" y "satisfactoriamente" después de que su padre, que volvió a su país de origen, Marruecos, recibiera una indemnización por la pérdida.

El caso de este bebé fue muy mediático porque no sólo era el hijo de la primera víctima en Madrid con Gripe A, sino que, además, a los quince días de nacer, el 13 de julio del año pasado, falleció en el Hospital Gregorio Marañón por una negligencia médica.

Posteriormente, el cuerpo del pequeño fue trasladado en un avión que fletó el mismo Rey Mohammed VI a la ciudad natal de su familia, Mqid, en Marruecos, donde se le enterró junto a su madre, que había sido trasladada al país vecino días antes.

En declaraciones a Europa Press, Barrero explicó que su trabajo principal, como institución independiente de la Administración, consiste por un lado en "recoger las quejas, las reclamaciones y las sugerencias de los ciudadanos, para posteriormente hacer recomendaciones al consejero del ramo".

Sin embargo, también tienen un segundo objetivo dirigido a la "mediación institucional". "Hay veces que hay un error médico o se cree el ciudadano que así es y recurren a nosotros para evitar meterse en un pleito que puede ser largo, con resultado impredecible, y con costes elevados", señaló.

En estos casos, el Defensor reúne a las partes (al perjudicado, a los abogados, a la compañía de seguro del centro hospitalario, entre otros) e intentan que se llegue a un acuerdo, "dándoles primero el apoyo moral y después, si es posible, conseguir una indemnización para el afectado".

En este caso, se terminó "felizmente", aseguró Barrero, quien señaló que al padre del bebé se le dieron "todas las garantías de que se habían hecho todas las investigaciones pertinentes". Además, se acordó que no hubo "culpa subjetiva" por parte de ningún médico porque se siguieron los procedimientos ordinarios.

Por el contrario, sí que se reconoció la culpa "objetiva" puesto que el error tuvo lugar en un hospital público, y precisamente por ello, el padre pudo recibir una indemnización por parte de la Administración. Gracias a este procedimiento, el caso que podía haber durado cuatro o cinco años se solucionó hace meses.

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