Afirma que, si aparecen los restos, pedirá "pruebas de ADN" para comprobar que verdaderamente es el verdadero
MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
Ivanka, la mujer de 23 años cuyo feto desapareció tras nacer muerto en el Hospital La Paz el pasado 1 de marzo, aseguró hoy a Europa Press que aún no sabe si el cuerpo del pequeño "ha sido incinerado ni dónde está", al tiempo que reconoció no entender lo ocurrido puesto que un bebé de 1.700 gramos "no se pierde así como así".
Estando embarazada de ocho meses, esta madrileña, acudió al hospital de madrugada porque no se encontraba bien. Al día siguiente, le dijeron que el hijo que esperaba había muerto dentro del útero.
Según Ivanka, los médicos del servicio de Urgencias que le comunicaron el fallecimiento no supieron decirle las causas concretas. "Pregunté que por qué había muerto y me dijeron que no sabían, que eran cosas que no se podían explicar", explicó asimismo a Europa Press Valentina, madre de Ivanka.
Para saber la causa de la muerte de su pequeño, la familia decidió firmar los documentos para que se le hiciera una necropsia. Según la familia, el Hospital les aseguró que en el plazo de un mes o mes y medio recibirían los resultados, pero, pasados tres meses sin noticias, Valentina decidió a ir directamente a La Paz a preguntar.
Una vez allí, con los papeles de la solicitud de necropsia en la mano, una doctora le explicó que esos papeles tendrían que haber acompañado al feto hasta el lugar en el que se le tenía que hacer la prueba. Esa fue la única información que obtuvo Valentina, ya que no le pudieron confirmar ni dónde estaba el feto, ni si se le había hecho la necropsia. Incluso le dijeron que "supuestamente", el feto estaría ya incinerado, a pesar de que no le enseñaron ningún documento acreditativo de que esto sea cierto.
Cuando le comunicó la noticia a su hija, ésta se sintió "asustada y con miedo" al conocer las causas fallecimiento de su bebé. "Aún no sabe si puede ser problema de ella o del bebé y le está dando vueltas, al igual que su marido. Intenta llevarlo un poco mejor, pero no se le va de la cabeza", relató Valentina a EP.
EN BUSCA DE UNA RESPUESTA
Después de pensarlo junto a su hija, decidió poner el asunto en manos de profesionales y denunció al hospital. "Yo quiero saber. Se me han pasado muchas cosas por la cabeza y yo no estaré tranquila hasta que La Paz no me dé una respuesta", aseguró Valentina, quien celebra que se haya abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido, aunque lamenta que ninguna persona del centro se haya puesto en contacto con ella en los últimos días.
Una vez puesto el asunto en conocimiento de los tribunales, más que una indemnización por los daños psicológicos causados, lo que busca la familia del feto es conocer "qué ha pasado y dónde está el niño y acabar así con esta incertidumbre con la que conviven día a día".
Además, Ivanka aseguró que no cesará en su empeño por saber "la verdad" de lo que ocurrió con su nieto y advirtió de que no se conformará con que le enseñen cualquier prueba, ya que si finalmente aparece el feto, tiene muy claro que pedirá "pruebas de ADN" para comprobar que verdaderamente es el de su hija.
Según Valentina, ni los propios médicos saben qué ha sido del feto, ya que un doctor con el que habló le confesó, tras reunirse con el equipo médico, que todos habían hecho bien su cometido, por lo que no podía culpar a nadie.
Valentina no culpa a ningún servicio ni a ningún médico en concreto, pero aún así sigue sin asimilar lo ocurrido. "Yo no puedo culpar a nadie porque no estaba delante en ese momento, pero un niño de 1 kilo y 700 gramos no desaparece así como así", aseveró.
Por su parte, fuentes del hospital madrileño de La Paz aclararon que ellos no tienen "ninguna constancia de la denuncia", pero señalaron que han iniciado una investigación para aclarar el caso y se mostraron dispuestos a colaborar con el juez encargado del caso si éste requiere datos o informes que pudieran facilitar su investigación.
