MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, aseguró hoy que "cuando uno se equivoca pide perdón", ya que "enriquece a la gente", unas palabras que pronunció a raíz del último enfrentamiento mantenido con el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, con motivo del cruce de acusaciones por el 'caso de Espionaje'.
"Cuando uno se equivoca pide perdón porque eso enriquece a la gente", declaró Granados tras la colocación de la primera piedra de una biblioteca municipal en Tres Cantos. Cobo señaló ayer que "no hacen falta más pruebas" de que se produjo un espionaje y se preguntó por qué desde la Comunidad de Madrid se "quiere negar la evidencia".
Como réplica, el consejero le pidió ayer que "deje de perjudicar al PP y de destilar odio contra compañeros" de este partido y le amenazó con acudir a los tribunales, una posición de la que se mantuvo esta mañana.
A su vez, Granados recordó que hace más de un año pidió perdón públicamente a Cobo por haberle llamado en tono despectivo "afiliado de base". "Cometí un error, le pedí perdón y ahora tengo la conciencia tranquila", aseguró el consejero, quien insistió en que él se disculpó públicamente. Indicó que siempre ha mantenido "una buena relación" con Cobo y lamentó que ya no sea así.
Además, el consejero se reafirmó en sus palabras de ayer, en las que advirtió al vicealcalde que le llevaría a los tribunales. "Me reafirmo en las palabras. En el ejercicio de sus necesidades y competencias (el vicealcalde) tiene que dedicarse a trabajar y no realizar manifestaciones que perjudican a la buena imagen del partido, que le resten opciones y le aparten de su objetivo de ganar las próximas elecciones", sostuvo.
A preguntas sobre si llevará al vicealcalde ante el Comité de Derechos y Garantías por sus palabras de ayer, el consejero respondió que no y que su intención es dedicarse a que "el PP gane las próximas elecciones", algo que a su juicio deberían hacer el resto de miembros del partido.
INFORME POLICIAL
Respecto a la instrucción, apuntó que los informes policiales niegan la existencia de seguimientos. Para Granados, es sorprendente que "alguien concluya que se ha espiado" y lo calificó de "absurdo".
Además, subrayó que los imputados reconocieron que se montó un dispositivo de seguridad en el domicilio del ex consejero Alfredo Prada, pero que él y sus escoltas lo sabían. "Prada fue sujeto a labores de contravigilancia como otros miembros del Gobierno", indicó.
Pero insistió en que "no hay ni una sola prueba o indicio de que Cobo fuera seguido o espiado". "Hay días de llamadas de funcionarios desde menos de 500 metros", añadió en alusión a los posicionamientos de los teléfonos de los ex guardias civiles imputados en la causa judicial.