MADRID 11 May. (EUROPA PRESS) -
El Hospital de La Princesa cuenta con un neumonavegador que permite investigar las lesiones de pulmón de forma menos invasiva y que ha sido probado con éxito en 34 pacientes, la mayoría de ellos afectados de cáncer.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, que presenció hoy una demostración de cómo funciona este aparato, explicó que las exploraciones que se realizan con esta técnica favorecerán "mucho" la rapidez de los diagnósticos, así como incidirá en una menor agresividad de los mismos para dar un tratamiento de mayor calidad.
Esta técnica permite mediante la navegación de una sonda guiada por magnetismo llegar a detectar y tomar muestras de tejido para realizar un diagnóstico en zonas del pulmón en las cuales hasta ahora no había otra forma de llegar que no fuera operando.
La precisión del GPS bronquial se ha demostrado en numerosos estudios nacionales e internacionales, quedando patente que ofrece la posibilidad de evitar métodos diagnósticos más invasivos, como intervenciones quirúrgicas.
PROBADO EN 34 PACIENTES
Desde la adquisición de esta nueva tecnología hace casi un año, el Servicio de Neumología del Hospital Universitario de La Princesa ha realizado 34 casos, todos ellos sin complicaciones, lo que, según los expertos, revela que es una herramienta "de máxima eficacia, seguridad y precisión" en el diagnóstico de cáncer de pulmón así como de otras enfermedades infecciosas o inflamatorias pulmonares.
El paciente que debe someterse a esta prueba acude al centro hospitalario por la mañana y en un intervalo que oscila entre las tres y cinco horas puede regresar de nuevo a su domicilio con el estudio concluido.
Previamente se le realiza un escáner pulmonar que permite la planificación de la intervención mediante la reconstrucción virtual del árbol traqueobronquial. En esta reconstrucción se fijan determinados puntos de referencia que marcan el camino que debe seguir el neumólogo hacia el nódulo o adenopatía que se pretende biopsiar.
La fibrobroncoscopia se realiza bajo sedación y con el paciente tumbado en una camilla especial que es la que crea el campo electromagnético alrededor de su caja torácica, necesario para detectar la sonda que se introduce a través del broncoscopio. Dicha sonda permite sortear los giros y bifurcaciones de la vía aérea lo que posibilita acceder de una forma más sencilla hacia zonas periféricas del pulmón a las que no se tiene acceso visual directo.
En el ordenador, el programa localiza la sonda electromagnética dentro de una imagen tridimensional, de forma que el neumólogo sabe en todo momento donde está y puede avanzar según el plan preestablecido.