MADRID 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un mujer embarazada y una pareja de ancianos han resultado heridas de levedad tras un incendio provocado en el salón de su vivienda, situada en el madrileño distrito de Retiro, según informó a Europa Press un portavoz de Emergencias Madrid.
Las llamas se iniciaron esta tarde por causas que aún se desconocen en el salón de la tercera planta del número 8 de la calle Vandergoten de la capital. Una vecina llamó a la Policía alertando de lo sucedido a las 16.13 horas.
Minutos después, llegaron al lugar indicativos del Grupo III de la Unidad de Protección al Ciudadano, que observaron que había gente atrapada dentro de esa casa. Así, los agentes rescataron al anciano, según informaron a Europa Press fuentes de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
Posteriormente, llegaron al siniestro tres dotaciones de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, que comprobaron que estaba saliendo humo por la fachada, la terraza y el hueco de la escalera del inmueble. Los Bomberos rescataron del foco del incendio a una mujer de 89 años, --esposa del anciano herido-- que se encontraba en el interior de la vivienda inconsciente. Sanitarios del Samur-Protección Civil le dirigieron al descansillo y, una vez estabilizada fue trasladada, junto a su marido, al Hospital de la Paz de Madrid.
Los facultativos también asistieron a una mujer embarazada de 38 años, después de que los Bomberos la rescataran por la escalera. Sufría una intoxicación leve y no necesitó ser trasladada al hospital. Asimismo, rescataron por la fachada, a través de una escala, a dos personas jóvenes. Residían en las viviendas superiores, donde había entrado abundante humo.
Los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid tardaron media hora en controlar el fuego, que estaba centrado básicamente en el salón de la vivienda de los ancianos. Los profesionales continuaron trabajando hasta las 19 horas en el edificio realizando labores de ventilación en el hueco de la escalera,
Aunque el humo se coló en otras plantas superiores del edificio, los Bomberos no estimaron oportuno el desalojo. Muchos de los residentes ya habían salido a la calle y al resto se aconsejó, como en este tipo de casos, que colocaran toallas húmedas en las rendijas de las puertas.