El juez Gómez Bermúdez y el fiscal Zaragoza discrepan sobre la existencia de un juicio paralelo

Actualizado: lunes, 26 julio 2010 21:09

SAN LORENZO DEL ESCORIAL, MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, ha afirmado que, en su opinión, no puede considerarse que existiera un "juicio paralelo" en los medios de comunicación del que se celebró en sede judicial por los atentados del 11 de marzo en Madrid, algo con lo que ha discrepado el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, que considera que ese juicio paralelo sí existió y que pretendió influir con "medias verdades, que a veces son peores que las mentiras".

Ambos fueron fiscal y presidente del tribunal durante el juicio del 11-M y han ofrecido estas declaraciones durante su intervención en el curso 'Justicia y Medios de Comunicación: Creación de Opinión y Cambios Normativos', organizado por la Universidad Complutense de Madrid. Para Zaragoza, el 11-M fue "una espiral mediática infernal", con un "menosprecio e insulto personal a la orden del día si no se investigaba o se actuaba en cierto sentido".

En opinión del fiscal, los juicios paralelos son un problema "casi imposible de resolver" que "perjudican a los afectados y presionan al juez" por lo que considera que se trata de "una práctica absolutamente reprochable", que debería estar prohibida e incluso recogida en el Código Penal.

JUICIOS PARALELOS: LÍCITOS

Por su parte, Gómez Bermúdez ha señalado que los juicios paralelos, valorando a todas las partes y tratando de mantener una valoración objetiva son lícitos aunque "cuestión diferente es si son éticos o convenientes".

En cuanto al juicio del 11-M, el magistrado ha considerado que existiese un juicio paralelo pero sí "la más virulenta instrucción paralela" en la que la opinión pública estaba muy enfrentada y "no se respetó la instrucción".

Puso como ejemplo de juicio paralelo el que se siguió en Estados Unidos contra el cantante Michael Jackson, en el que estuvieron prohibidas las cámaras y, cada día, se tomaban las actas del mismo y, haciendo una versión resumida, se reproducía con actores la sesión, haciendo un nuevo juicio más corto, algo que, en su opinión, no tiene "ninguna ventaja".