Juzgan mañana a un presunto maltratador por mantener durante nueve años un clima de temor en su matrimonio

Se desprendió de la pulsera de control y huyó de España

Audiencia de Madrid
EUROPA PRESS
Europa Press Madrid
Actualizado: jueves, 21 junio 2012 17:21

MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Madrid juzgará mañana un caso de malos tratos en el que se acusa a un hombre por mantener durante los nueve años que duró su matrimonio un clima de terror sobre su esposa, a la que solía propinar bofetadas, empujones y puñetazos.

Danny Alexis I.G. se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Madrid por un delito de amenazas, violencia habitual en el ámbito familiar y continuado de desobediencia. El hombre afronta cuatro años de prisión por el maltrato y por desobedecer las órdenes de alejamiento respecto a su familia y de no poder abandonar el país.

En el escrito de acusación, al que tuvo acceso Europa Press, el fiscal relata que el acusado mantuvo una relación sentimental con la víctima desde 2001 hasta julio de 2010, teniendo dos hijas en común de 5 y 7 años.

Según el fiscal, ha sido habitual que el acusado haya tenido comportamientos violentos hacia su pareja, a quien profería insultos y maltrataba físicamente con empujones, bofetadas y puñetazos.

Además, relata que en ocasiones llegaba a acudir a su trabajo para tenerla controlada y la exigía el dinero que ella ganaba, impidiendo así a su pareja y a sus hijas cubrir sus necesidades básicas. De ese modo, utilizaba ese dinero, que debía ir a sufragar los gastos del comedor de las niñas, para su uso personal.

En uno de los episodios violentos, que tuvo lugar el 7 de julio de 2010, el hombre amenazó a su pareja con matarla y que cuando volviera las niñas no iban a estar.

A consecuencia de este ambiente, la mujer presentaba lesiones psicológicas y una sintomatología depresiva, que le provocó un trastorno de estrés postraumático.

Por estos hecho, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer le prohibió acercarse a menos de 1.000 metros de la víctima, acordándose que el control de este alejamiento se realizara mediante la instalación de una pulsera electrónica. Además, se le prohibió salir de España.

Pese a ello, el hombre se desprendió de la pulsera el 17 de agosto de 2010 y huyó del país. Las órdenes de busca internacional permitieron que las autoridades francesas le pusieran a disposición de los tribunales españoles.

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