MADRID 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
Más de 24.607 extranjeros, en su mayoría ecuatorianos, residentes en la Comunidad de Madrid obtuvieron en 2008 la nacionalidad española. Esta cifra supera en más de 2.000 a las nacionalizaciones concedidas en 2007, según datos del informe de población extranjera correspondiente a 1 de enero de 2009 por la Consejería de Inmigración y Cooperación.
Las concesiones de nacionalidad española en la región, computadas por nacionalidades mayoritarias, corresponden a Ecuador (9.753); Colombia (3.725); Perú (3.786), Marruecos (1.500); República Dominicana(1.276), Argentina (793) y Cuba (525).
Este informe, realizado por el Observatorio de Inmigración-Centro de Estudios y Datos de la Consejería de inmigración y Cooperación, se elabora en base a las aportaciones que han proporcionado los 179 municipios de la Comunidad.
Según las cifras, el número de inmigrantes empadronados en la región se eleva a 1.108.920, lo que representa el 17,12 por ciento del total de la población madrileña. Esta cifra ha aumentado en términos comparativos respecto a enero de 2008 en 48.314 personas, aunque ese crecimiento es sensiblemente inferior al que se produjo entre enero de 2007 y enero de 2008, que fue de 60.000 personas. Es decir, en el año 2008, la llegada de inmigrantes a nuestra Comunidad fue de 22.786 personas menos que en 2007.
Parla se sitúa a la cabeza de los municipios madrileños con mayor porcentaje de población extranjera, con un 26,96 por ciento. Le sigue Torrejón de Ardoz, con un 21,02 por ciento; Alcalá de Henares, con un 20,87 por ciento; Madrid capital, con un 17,49 por ciento; Alcobendas, con un 17,38 por ciento; Getafe, con un 15,88 por ciento, Fuenlabrada, con un 15,88 por ciento; Móstoles, con un 14,24 por ciento; Leganés, con un 13,41 por ciento y Alcorcón, con un 12,91 por ciento.
Además, el estudio revela revela que el flujo migratorio en la Comunidad ha sufrido un estancamiento desde el mes de octubre de 2008 hasta enero de este año. Así, el número de extranjeros empadronados en este último trimestre ofrece una variación de 159 inmigrantes menos en la Región.
En ese sentido, las causas del estancamiento se pueden deber, fundamentalmente, a los efectos negativos de la crisis que han frenado las llegadas.