MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
Más de una docena de personas ha muerto asesinada y otras tantas heridas a las puertas de las discotecas de la región en los últimos dos años a pesar del aumento de las inspecciones policiales y de la presencia de porteros acreditados en las puertas de los locales de ocio.
Precisamente, la muerte en noviembre de 2008 del joven madrileño Álvaro Ussía tras recibir una paliza presuntamente a manos de los porteros de la discoteca Balcón de Rosales fue la que provocó cambios normativos para regular la actividad de los controladores de acceso.
Ese año había comenzado de forma sangrienta en Alcorcón. El día de Reyes los porteros del local 'El Rincón Latino' de la zona Costa Polvoranca, apuñalaron a un joven de 26 años, que murió desangrado. En 2008 también fue asesinado con arma blanca un chaval de 19 años a las puertas del bar 'El Coso', de Fuenlabrada. Con la misma edad murió degollado otro joven de la misma edad a las salida del pub 'Malibú', radicado en la Cubierta de Leganés.
El día de Navidad de este mismo año el propietario del pub 'Ricomelao', de Leganés, resultó herido por arma de fuego durante la madrugada del día 25 al recibir dos disparos, uno en el costado izquierdo y otro en el brazo derecho, tras una reyerta.
EL TIROTEO DEL HEAVEN
Pero los crímenes más sangrientos de los últimos años tuvieron en la madrugada del 12 de enero del año pasado en la discoteca Heaven Palace. Murió uno de sus porteros y un joven que trabajaba como relaciones públicas durante un tiroteo por las calles del centro de la capital.
Un mes después del suceso, una redada policial en la misma discoteca Palace acabó con 36 clientes detenidos, casi todos por infringir la Ley de Extranjería. Los agentes levantaron también varias decenas de actas por consumo de drogas como cocaína, éxtasis y 'popper'. La sala cerró y la sesión Heaven cambió de ubicación.
El 17 de mayo de 2009 tres hombres acabaron ingresados de gravedad en el Hospital de La Paz consecuencia de un tiroteo producido a la salida de una discoteca situada en la calle Arroyo de la Vega de Alcobendas fruto de una discusión.
Casi un mes después, el 13 de junio, una persona de 41 años murió en la calle Juan Español, en el madrileño distrito de Usera, por un disparo efectuado por otro hombre con el que minutos antes había discutido en la zona.
EL MES DE AGOSTO DE 2009, TAMBIÉN TRÁGICO
La madrugada del 2 de agosto de 2009 la calle Cea Bermúdez de Madrid se tiñó de sangre. El militar Norman Rodrigo Cevallos, veinteañero de origen ecuatoriano y nacionalizado español, falleció tras recibir varias puñaladas por defender a su hermana de los insultos de un grupo de personas que salían de una discoteca. La Policía detuvo al autor material del homicidio y a otras dos personas, también sudamericanas, relacionadas con los hechos.
La Policía descartó que se tratara de un crimen relacionado con bandas latinas, lo mismo que concluyó tras investigar el asesinato, el 28 de agosto, de un adolescente de 17 años en los bajos de Azca. El menor recibió un disparó en la calle Orense de Madrid cuando salía de una discoteca. Los vecinos criticaron entonces el deterioro de la zona y algunas fuentes apuntaron que el fallecido era miembro de la banda Dominican Don't Play. La Policía detuvo al autor material de los hechos, también menor, y al resto de los implicados.
El 11 de noviembre del año pasado un hombre de nacionalidad marroquí falleció en el Hospital Clínico después de haber sido agredido con un arma blanca por dos hombres en un bar de la calle Santa Isabel. Otra persona resultó herida grave. Tres personas fueron inmediatamente detenidas por la Policía por estos hechos.
Tres días después, el Cuerpo Nacional de Policía detenía a otra persona por disparar a un hombre de origen magrebí después de que éste último molestara a una camarera de un bar de copas de la calle José Picón, en el madrileño distrito de Salamanca.
Hasta el momento 2010 había sido un año 'tranquilo' en cuanto a este tipo de sucesos relacionados con el ambiente nocturno y los locales de copas exceptuando el suceso ocurrido en el 18 de abril. Esa madrugada un español de 42 años falleció al recibir varias puñaladas a las puertas de un local situado en el número 3 de la calle Mauricio Legrende.
Este mes de agosto, dos asesinatos en la misma zona de marcha de Torrejón de Ardoz han hecho subir la estadística. Este sábado moría un joven rumano de 26 años a las puertas de la discoteca 'Pícaro' y esta madrugada fallecía otro, de 19 años y nacionalidad dominicana, tras una reyerta entre varios ciudadanos extranjeros en la misma zona.
