MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los menores detenidos el pasado mes de septiembre tras los incidentes desencadenados en el 'macrobotellón' de Pozuelo de Alarcón siguen sin poder salir de fiesta, tras ser prorrogadas las medidas judiciales impuestas por el juez.
Los incidentes del pasado 6 de septiembre terminaron con una decena de policías heridos y más de una veintena de detenidos, entre ellos siete menores de 18 años. Los trece mayores de edad arrestados fueron puestos en libertad tras declarar ante el jueces con los cargos de desórdenes públicos, daños al mobiliario público y atentado a agentes de la autoridad, y siguen a la espera de juicio.
Por su parte, otro juez impuso a los menores un total de tres meses de libertad vigilada, con la prohibición de acudir durante el mismo tiempo a fiestas o ferias de pueblos después de las 22 horas, una medida judicial que se ha mantenido una vez finalizó ese plazo el 9 de diciembre, informaron a Europa Press fuentes regionales.
Asimismo, los técnicos y psicólogos de la Agencia del Menor Infractor de la Comunidad de Madrid siguen evaluando a los menores, en cumplimiento de las medidas marcadas por el juez de menores, que podrá decidir cuando determine si levanta o no estas medidas o impone otras. De momento, si cualquiera de estos jóvenes son identificados por la Policía a partir de esa hora estando de fiesta cometerían una grave infracción al quebrantar la decisión judicial.
UNA MEDIDA TRAS ALARMA SOCIAL
La decisión de dejar a los adolescentes sin 'juerga' nocturna fue tomada por el juez de menores encargado del caso tras estudiar las peticiones de la Fiscalía y el informe de los equipos técnicos.
La Fiscalía de Menores había propuesto tres meses de libertad vigilada, pero fue el juez quien decidió ampliar esa medida y optó por prohibirles salir de fiesta debido a la alarma social generada por los sucesos acaecidos en la madrugada del domingo 6 de septiembre en Pozuelo.
Los abogados de los siete menores recurrieron sin éxito esta decisión judicial porque consideraban que no procedía tomar medidas contra los arrestados, ya que tenían un buen expediente académicos y no tenían antecedentes.
UN POLICÍA AÚN EN REHABILITACIÓN
De los diez policías nacionales participantes en la 'batalla campal', dos resultaron heridos con lesiones graves. Uno de ellos tiene el escafoide roto y otro sufrió una lesión en la rodilla. El tercer afectado sufrió golpes en brazos y piernas tras recibir durante minutos un aluvión de patadas y botellazos, como se pudo ver en imágenes colgadas en Internet.
El primero de ellos sigue aún en rehabilitación, cojea y está a la espera de ver cómo evoluciona para conseguir evitar la cirugía. El otro recibieron en su momento el alta médica, después de varias semanas de baja, indicaron a Europa Press fuentes sindicales.
Este mismo mes Unión Federal de la Policía (UFP) criticó que los dos agentes heridos más graves no hayan obtenido la Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo y sí la blanca, que no supone recompensa económica. El sindicato consideró "indignante" esta decisión del Ministerio del Interior.
