MADRID 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
El concejal-presidente del distrito madrileño de Moratalaz, Fernando Martínez-Vidal, reclamó hoy al Ministerio del Interior que abra una comisaría de Policía Nacional en un local que el IVIMA les ha cedido en el edificio de El Ruedo.
El Pleno del distrito celebrado el pasado día 15 aprobó, con el apoyo del PP y de IU, instar al departamento que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba a abrir un centro de información del Cuerpo Nacional de Policía en este punto, habida cuenta del "reiterado interés manifestado por los vecinos de que unas dependencias policiales contribuiría a mejorar la seguridad en esa zona".
Así, el objetivo es que estas instalaciones se utilicen para la tramitación del DNI o del pasaporte, incrementando así la presencia de agentes en la zona, lo cual "contribuiría a aportar sensación de seguridad, además de mayor comodidad, a los vecinos".
Según confirmaron a Europa Press fuentes del IVIMA, en 2007 ya se ofreció al Ministerio la posibilidad de ocupar este local, de 400 metros cuadrados, y la primera planta de su aparcamiento de manera gratuita para instalar unas dependencias policiales en él, sin que se llegara a firmar ningún convenio.
Así, el instituto regional realizó unas obras de reparación en el local, dejándolo "en bruto" para que la Dirección General de la Policía realizara las reformas necesarias para adaptarlo a sus necesidades y para que equipara el espacio, debiendo correr este departamento con estos gastos.
En declaraciones a Europa Press, Martínez Vidal explicó que el IVIMA "lleva muchos años dispuesto a ceder este espacio" y que de hecho ha habido incluso reuniones a tres bandas para tratar el asunto. "Pero, creo que por motivos presupuestarios y no políticos, aún no se ha llegado a ningún sitio con este asunto", apostilló. De hecho, el tema irá al Consejo de Seguridad que se celebrará a principios de mayo.
Y es que a juicio del concejal, el asunto es "de gran importancia" ya que aunque Moratalaz es "uno de los distritos más seguros de Madrid", en El Ruedo viven entre unas 400 familias --1.500 personas--, que "deben tener una mayor sensación de seguridad".