MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -
El padre de Katia Esteban, una de las cinco chicas fallecidas en la fiesta mortal del Madrid Arena, ha escrito una carta para mostrar antes de que termine la instrucción lo que a su juicio la mayoría entiende como lo sucedido aquella noche, atribuyendo las cinco muertes a las cinco asesinas: "la avaricia, el chanchullo, el amiguismo, la desidia y el tráfico de mamandurrias".
Angel Maria Esteban Sanz arranca el escrito indicando que quiere escribir este texto "como persona, sin connotaciones jurídicas o políticas". "No fue un accidente, fue una tragedia. Fueron cinco muertes causadas por la conjunción de cinco palabras", sentencia en la misiva a la que ha tenido acceso Europa Press.
En este sentido, asegura que "el resultado" de lo que pasó fue "dramático, y fue ese fatídico día como pudo ser cualquier otro, porque hechos parecidos se han venido repitiendo de forma cotidiana". Para el padre de Katia Esteban lo que pasó en este caso es que "simplemente" que quien les tenía que "proteger, no lo hizo".
"Quien tenía que vigilar, que velar por nuestra seguridad no lo hizo. Que los responsables de hacer cumplir la ley no lo hicieron. Que quien nos tenía que atender y prestar su auxilio no lo hizo", recalca.
"SE HAN REÍDO"
En otro momento de la carta carga contra los responsables políticos. "Se han reído de la confianza que depositamos en ellos y como seres superiores que están en otro mundo, han hecho y rehecho a su antojo todo aquello que les reportase beneficios, sin importarles lo más mínimo el resultado de sus acciones", critica. "Se consideran seguros, la justicia no va contra ellos y si ocurriese lo contrario, están tranquilos porque la casta les apoya y protege", añade.
"Avaricia, chanchullo, amiguismo, desidia y tráfico de mamandurrias, las cinco asesinas de nuestras hijas. Todas forman un 'paquete' que hacen de sus actores personas claramente identificadas e identificables", indica.
Agrega que "sabedores y conscientes de que para ganar más dinero tenían que sobrepasar todos los límites incluido el más básico sentido común, invitaron a que los jóvenes entrasen como corderos al matadero, para llenarse más, y más rápidamente los bolsillos".
"Conocedores de los incumplimientos, con el único y exclusivo fin de hacer caja, ellos y los mamandurrias convirtieron el ocio en horror, y por ello sus acciones y omisiones en devienen en un ilícito alevoso, con el agravante de que ellos son los que tienen que vigilar por el cumplimiento de lo establecido en la ley", denuncia.
El padre lanza críticas hacia todas las direcciones: "Cuando nuestros representantes, obligados a cumplir y hacer cumplir el ordenamiento jurídico, permiten que se realicen eventos sin garantías en edificios municipales, con connivencia demuestran lo inmerecido de la confianza que les otorgamos", agrega.
"Quienes tenían que vigilar y proteger al ciudadano, observadores, se mantuvieron impasibles sin sancionar y permitiendo botellón, acceso a menores, y ni el más mínimo control sobre el recinto. La desidia por la cual una persona no ejerce de forma consciente con su responsabilidad al realizar su trabajo. La dejadez de sus funciones, con la excusa de que "no pasa nada" lleva consecuentemente a generar situaciones de riesgo que no son capaces de gestionar", apunta.
Sobre Simón Viñals, denuncia que se contrate a un médico , "a sabiendas que no cumple los requisitos para atender a personas" y en su caso actúe rápidamente hasta que lleguen otros auxilios o ambulancias.