El Reina Sofía acerca la mirada fotográfica de Jean-Luc Mylayne sobre la naturaleza y el tiempo

Blue bird de Jean-Luc Lylayne
MUSEO REINA SOFÍA
Actualizado: jueves, 18 noviembre 2010 17:52

El Palacio de Velázquez acogerá hasta el 4 de abril de 2011 la primera muestra sobre la trayectoria del artista francés

MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) acerca la mirada que el fotógrafo Jean-Luc Mylayne realiza sobre la naturaleza y el tiempo, donde el artista francés capta el sentido trascendental del ciclo de la vida y la muerte. El Palacio de Velázquez acoge la trayectoria del artista francés hasta el 4 de abril de 2011, en una muestra que recorre sus más de 35 años de fotografía.

'Luc Mylayne: Trazos del cielo en manos del tiempo' muestra un pájaro solitario sobre un paisaje con un color azul intenso. Sin embargo, la preocupación del artista descansa sobre una metafísica y un sentido filosófico que dan forma a esta muestra, como es la interdependencia que existe entre los elementos que componen cada biotipo individual.

La comisaria de la muestra, Lynne Cooke, ha explicado este jueves en la presentación de la exposición que estas fotografías no son espontáneas, ya que el tiempo es la "esencia" de estas imágenes. "Lo peculiar de Mylayne es que se construyen en el tiempo y requieren de él. Cada fotografía se ha realizado entre cuatro y cinco meses, un periodo que necesita de paciencia hasta que llega el momento adecuado para captar la imagen", indica.

En cuanto al aspecto técnico, Cooke señala que para captar esos instantes usa una lente de gran formato y un objetivo específico para cada fotografía, ya que busca la construcción concreta. Además, añade que el artista no sólo busca la creación del espacio, sino también de la escena, porque "sabe qué posición exacta ocupará el pájaro".

Para ello, durante toda su trayectoria Mylayne recurrió a una "paciencia infinita" para esperar al momento adecuado en el que debía captar la imagen. "Durante meses observó la rutina de los pájaros y trataba de ganarse su confianza hasta que pudo obtener la instantánea adecuada", señala la comisaria de la muestra.

SIMBOLISMO Y METAFÍSICA

Lynne Cooke ha precisado que en la obra de Mylayne no sólo hay que prestar atención a las cuestiones formales y a las particularidades de la fotografía, sino que es necesario observar el "nivel de simbolismo que subyace a la obra". Uno de estos ejemplos es el de una rama sobre la que se sostiene un pájaro ."El conjunto se asemeja al símbolo H2O, es decir, del agua, la fuente de vida", indica. Además, la comisaria ha destacado que toda la trayectoria del artista está "comprometida" con una metafísica. Según ha explicado, las fotografías no aparecen colocadas atendiendo a un orden cronológico, ya que "cada una de ellas tiene una madurez en sí misma", por lo que no era necesario.

Por su parte, el director del MNCARS, Borja-Villel, ha destacado que las obras de Mylayne se han realizado con un tiempo "muy lento de preparación hasta alcanzar la posición correcta y la luz idónea". Según ha explicado, en su obra existe una ambigüedad y una tensión entre lo verdadero e inédito y una construcción --"artificial"--, "lo que hace que el tiempo en la imagen sea también existencial".

Villel ha precisado que, a pesar de tomar la naturaleza como tema --"algo que está muy de moda"-- el artista "no realiza una visión romántica ni tampoco anecdótica, sino basada en el silencio". Además, señala que realiza un diálogo con otras disciplinas, con el dibujo, la percepción, el cambio de escala y el lugar que el sujeto tiene en la naturaleza y la contemplación.

El artista, presente en el acto, ha manifestado sentirse "muy feliz y contento" por poder exponer en un lugar como el Palacio de Velázquez, en el Retiro madrileño. Jean-Luc Mylayne ha realizado durante su vida cerca de 500 fotografías de copia única donde la mayoría de las veces los pájaros aparecen relativamente lejos. Sin embargo, cuando se presentan en primer plano, ninguno de ellos aparece a tamaño mayor del natural, lo que hace que el espectador no sienta esa cercanía a la fotografía como algo antinatural.