MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
El 71% de los madrileños consume pan fresco a diario mientras que el 16% no lo toma nunca, y el 10,3% come bollería todos los días frente a un 22,3 que lo hace algunos días por semana, según las conclusiones del estudio "El sector de los productos de panadería, bollería y pastelería industrial y galletas en la Comunidad de Madrid", elaborado por la Consejería de Sanidad. Asimismo, el 61,2% de los encuestados dice no comer casi nunca productos de pastelería.
El estudio ha sido elaborado por el Observatorio de Alimentación, Medio Ambiente y Salud de la Dirección General de Ordenación e Inspección junto con el Instituto de Nutrición y Trastornos Alimentarios (INUTCAM).
El sector de la pastelería y la panadería es un mercado en crecimiento con una fuerte representación en I+D+I y representa más del 30% del total de la industria alimentaria en la región. El estudio señala que en la Comunidad de Madrid se produce el 20% de las masas congeladas y del pan precocido para hornear de toda España, el 10,5% de la producción nacional de bollería y pastelería industrial y el 25,6% de la producción nacional de galletas.
El consumo de pan en España y, especialmente, en Madrid (32 kilos por persona o lo que es lo mismo o 88 gramos por persona y día) ha descendido progresivamente en nuestro país desde la década de los 60 y está lejos de alcanzar las cifras recomendadas por la Organización Mundial de la Salud en unos 250 gramos diarios.
Mientras que el consumo de pan ha descendido, el de bollería, pastelería y galletas aumenta año tras año y se sitúa en 14 kilos por persona y año. En la Comunidad de Madrid se consume casi un 22% menos de pan que la media nacional mientras que el de bollería, pastelería y galletas es un 9% superior. El estudio revela además que el 93,2% cree que el consumo de bollería y pastelería debe ser esporádico y el 57% considera adecuado el consumo de galletas a diario o varias veces por semana.
Por otra parte, el pan para consumo doméstico sigue comprándose mayoritariamente en tienda tradicional (cuota de mercado del 57,5%), después en supermercados, hipermercado y otros canales. Por su parte, la mayor parte de mercado de galletas, bollería y pastelería corresponde a los supermercados (60 % de la distribución) seguido de los hipermercados (23%). Por su parte la tienda tradicional representa más del 12%.
La publicidad de estos productos se basa en la referencia a propiedades nutricionales y a sus potenciales efectos beneficiosos o saludables. Así, en el pan de molde se encontraron declaraciones nutricionales ("sin sal", "light", "con fibra", etc.) en el 87,5% de las etiquetas estudiadas, y de propiedades saludables en el 50%. En el pan tostado, el 100% de los casos presentaba ambos tipos de mensajes. En bollería y pastelería industrial, y en galletas, se encontraron declaraciones nutricionales en el 80% y 78,6% de las etiquetas analizadas y referidos a propiedades saludables en el 30% y 21,4% respectivamente.
El análisis del etiquetado nutricional del pan de molde y tostado apunta a un perfil nutricional de productos con una proporción importante de grasas insaturadas beneficiosas para la salud.
Por su parte, los productos de bollería, pastelería industrial y galletas también reflejan, a través de sus etiquetas, una cierta tendencia a la mejora del perfil nutricional, pero sigue habiendo aún muchos productos con altos porcentajes de grasa saturada y de azúcares simples.