Simancas ve necesario hacer cambios en la financiación de los partidos para combatir la corrupción

"O se les dota de más recursos públicos y transparentes o se les insta a modificar su estructura de actividad y gasto", avisa

MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -

El ex secretario general del PSM y diputado por Madrid Rafael Simancas considera que para combatir la corrupción no bastará con hacer reformas institucionales --por ejemplo en los sistemas de contratación pública-- sino que hay que hacer cambios también en la financiación de los partidos políticos.

Simancas apuesta por afrontar el "siempre postergado debate sobre la financiación de los partidos" y avisa de que "o se les dota de más recursos públicos y transparentes o se les insta a modificar su estructura de actividad y gasto".

"Las fuertes limitaciones que las normas imponen a los presupuestos de los partidos constituyen una tentación constante para la búsqueda de financiación alternativa a todos los niveles, especialmente en los ámbitos locales y regionales", escribe Simancas acerca de los partidos políticos en el último número de la revista 'Temas' que preside Alfonso Guerra.

Según el diputado, una causa de la corrupción está en ciertas formas de funcionamiento de las Administraciones Públicas que hacen posible o incluso "favorecen comportamientos irregulares", pero otra hay que buscarla en las "debilidades" de los "esquemas de actividad y financiación" de los partidos, y en concreto en el hecho de que los partidos tradicionales, de masas y de "voluntarismo militante" se están viendo remplazados por otros más profesionalizados y con actividades que requieren grandes inversiones.

Y a su juicio, esta decisión se ve agravada porque "muchos cargos políticos" se eligen de manera que no les hace fácil volver a la "vida civil", de modo que "demasiado a menudo, la angustia por continuar en el cargo" o por garantizarse una buena salida "conducen al político por caminos censurables".

Para hacer frente a la corrupción, el ex dirigente madrileño propone también reformas institucionales para aumentar la transparencia y el control en las contrataciones públicas y especialmente en el ámbito urbanístico. Propugna además que haya más información "sobre la evolución del patrimonio y los intereses personales de cuantos se dedican al servicio público".

LOS PARTIDOS DEBEN APARTAR A LOS ACUSADOS

En tercer lugar, pide dotar de recursos suficientes a la Policía, la Fiscalía y los juzgados especializados sin olvidar que hace falta también una "sanción social" a los comportamientos corruptos, empezando por que los partidos políticos respondan "de forma clara, rápida y enérgica, separando de sus filas a los cargos fundadamente acusados".

En una línea similar y crítica con los partidos se muestra el también diputado socialista madrileño Elviro Aranda que, en la misma publicación, advierte contra el "clientelismo político" como caldo de cultivo para la corrupción en unos partidos de organización "esquelética" y que cada vez tienen que hacer frente a gastos mayores para estar en los medios de comunicación.

Según Aranda, en estos partidos el conceder cargos en empresas públicas, cajas de ahorro u otras organizaciones es "el recurso que ejercen los nuevos 'reyes de taifas' --locales, provinciales o regionales-- para granjearse el apoyo incondicional" de los militantes que tienen que "ayudarle a vencer en los congresos".

ARANDA: PARTIDOS QUE CAPTAN A "DÓCILES"

Y en ese contexto, argumenta, de partidos "desestructurados", que no captan "a los mejores" sino a "personas dóciles" a las que se fideliza "haciendo depender su subsistencia" de su puesto político, "es fácil que del clientelismo ilegítimo se pase a la corrupción".

En su artículo, el diputado madrileño se muestra extremadamente duro hacia los partidos políticos actuales sin "cohesión interna", sin "proyecto e ideología", en los que "no queda más remedio que dedicarse a la gestión de lo cotidiano y a hacer política a golpe de titular" en medios "afines".

Este modelo de partido, insiste, tiene "necesidades económicas ingentes para cubrir la falta de organización, la ineficiencia" y la necesidad de estar siempre en los medios, de manera que "en muchos casos no le queda más remedio" que vincularse estrechamente a organizaciones o empresas "solícitos a ofrecer sus servicios a cambio de un trato preferente en los contratos de los servicios públicos" gestionados por los cargos del partido "que copan las instituciones".

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