MADRID 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
El suboficial de Bomberos de Madrid Luis Bermúdez, que pertenece al Cuerpo desde hace 32 años y que presta servicio desde hace poco más de un año en el Parque 8 de Vallecas, ha presentado tres denuncias contra sendos compañeros por amenazas, coacciones e insultos, según explicó en declaraciones a Europa Press.
El motivo de sus problemas deriva del conflicto que el Ayuntamiento mantiene desde hace meses con los bomberos a cuenta de los fondos de complementariedad que el Gobierno municipal quiere adjudicar en función de la productividad, mientras los sindicatos quieren un reparto lineal.
En este escenario, los suboficiales de Bomberos firmaron hace meses un acuerdo con el Consistorio, que les sube la categoría de jefe de turno a jefe de sector y les obliga a cumplir otras funciones como el control de parques y de nuevas unidades.
Hasta hace unos días, los mandos de los bomberos madrileños continuaron apoyando a sus compañeros, pero tras dos meses y medio de negociaciones sin acuerdo, los suboficiales empezaron a cumplir su propio convenio, ante el riesgo de ser expedientados.
A raíz de esa decisión comenzaron los problemas de Luis Bermúdez, que el pasado miércoles fue increpado por parte de compañeros de otro turno cuando se hacía el relevo de la guardia. Al cruzarse en el parque comenzaron a llamarle "sinvergüenza", "esquirol" y "traidor", a lo que el afectado contestó, comenzando una breve discusión.
Tras cambiarse de ropa para volver a casa, uno de los bomberos implicados en la primera 'refriega' volvió a increpar a Bermúdez en el patio del parque, a lo que una quincena de sus compañeros de turno respondieron rodeando al suboficial, insultándole y amenazándole. "Atente a las consecuencias", le dijeron, según su relato. "Venían preparados de casa", afirmó el afectado.
Cuando por fin consiguió zafarse y se dirigía hacia su vehículo, otro compañero lanzó una bolsa con una barra de helado desde una ventana del primer piso, que cayó sobre el coche sin causarle daños a Bermúdez.
AMENAZAS A SU MUJER
Sin embargo, las cosas no se detuvieron ahí, ya que el jueves la mujer del suboficial recibió una llamada "en el teléfono fijo de casa" en la que alguien le avisaba de que iban a darle "una paliza" a su marido.
"Y el viernes, cuando por fin llego a la guardia, me encuentro con que la taquilla donde guardo el vestuario, los equipos de fuego, objetos personales, de aseo, documentación... ha sido forzada y me han robado", continuó su relato el afectado.
Avisada la Policía Nacional, Bermúdez presentó su tercera denuncia "por robo con fuerza", que sigue a las que ya había presentado los días anteriores, cada una contra un compañero diferente, por "coacción, amenazas e insultos". "No sé si también han participado en el robo, pero es al menos sospechoso", opinó.
Tras el fin de semana, hoy ha vuelto a trabajar, "sin miedo" pero con mal cuerpo. "Es muy desagradable, porque hay que vivir con ellos las 24 horas. No tengo miedo porque no he hecho nada, me están buscando aunque no sé qué estrategia tendrán, pero no espero que esto llegue a mayores", afirmó.
De momento, hoy no ha tenido problemas, aunque hasta las 21 horas no tendrá el relevo con los bomberos del turno B, los que le dieron problemas la semana pasada. "Esto no es lo habitual. Llevo 32 años en el cuerpo y aunque sé que en otras ocasiones han amenazado a otros, lo que me han hecho a mí no se lo han hecho a nadie", zanjó Bermúdez.