MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Transportes, Ángel Garrido, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís, han detallado este miércoles una propuesta destinada a las empresas e impulsada desde la sociedad civil y la comunidad universitaria para reducir la hora punta en el transporte público y que supondría, entre los compromisos a adquirir, la bajada en al menos un 30 por ciento los desplazamientos de los empleados a sus puestos de trabajo durante la desescalada mediante el avance en la flexibilización de los horarios y el teletrabajo para evitar las aglomeraciones.
El 'Día Después' es una comunidad forjada durante la pandemia con la presencia de empresas y universidades para analizar cómo cambiará la vida en las ciudades. Una de las iniciativas que salió de este grupo de reflexión es la presentada hoy para allanar la curva. La comunidad científica de 'El Día Después' se puso en contacto con el Ayuntamiento, ha explicado Villacís, institución que se está mostrando "permeable a todas las iniciativas de la sociedad civil". En menos de una semana estaban sentados a la mesa todos los sectores.
La vicealcaldesa ha asegurado que el transporte público "siempre ha sido motivo de orgullo" pero, como consecuencia de la pandemia, ha derivado en que "la sociedad se repliegue y no lo utilice tanto". La comunidad 'El Día Después' planteó una carta de adhesión, a remitir al sector empresarial, para "que se escale la hora punta", que hoy supone el 20 por ciento de los usos del transporte público del día, con casi 2 millones de personas, ha indicado la alcaldesa.
"Evitaremos concentraciones, contagios y mantener algo que nos ha descubierto la pandemia, el maravilloso cielo azul de Madrid", ha defendido. Garrido, por su parte, ha expuesto que la crisis sanitaria derivada del coronavirus y las medidas de distanciamiento que deberán mantenerse "van a limitar de manera muy significativa la capacidad de la red transporte público", de ahí la importancia de la colaboración entre las administraciones públicas, entidades y el sector privado con el fin de que "no se estigmatice" al transporte colectivo.

AUMENTO DEL 30% DE VIAJEROS
El consejero ha concretado que ayer se estaba transportando al 25 por ciento del número de viajeros de antes de la crisis pero desde la entrada en Fase 1 ha aumentado un 30 por ciento la cifra con respecto al lunes anterior, es decir, que "el transporte público se va recuperando".
Las propuestas consensuadas por la comunidad científica y las administraciones se han condensado en una carta de adhesión en la que, bajo el título 'Avanzando juntos hacia una movilidad sostenible, se invita a entidades y organizaciones a comprometerse a "laminar la curva de la demanda del sistema de transporte público y reducir la presión o necesidad de uso del vehículo privado respecto a los niveles anteriores a la crisis".
Quienes suscriban la iniciativa se comprometen a analizar las necesidades y alternativas de transporte de sus empleados, sin perder de vista la flexibilización horaria y el teletrabajo. En el encuentro han participado, entre otros, el presidente de CEIM, Miguel Garrido; el de Cepyme, Gerardo Cuerva; representantes de los sindicatos mayoritarios; del Grupo Español de Crecimiento Verde; del Foro de Empresas por Madrid; de la Conferencia de Rectores de las Universidades Públicas de Madrid y de la Red Española para el Desarrollo Sostenible.
La carta de adhesión busca potenciar el uso del transporte público y, de manera complementaria, otros modos de movilidad activa, como la peatonal o la ciclista. El compromiso incluye establecer objetivos cuantitativos para mejorar el confort, la seguridad y la sostenibilidad de sus pautas de movilidad, y publicar periódicamente los resultados de todas las acciones que lleven a cabo.
En la carta se pone de manifiesto que la reactivación del sistema de movilidad "se enfrenta a un enorme desafío dado que su elemento vertebral, el servicio público de transporte, ve reducido fuertemente el aforo de sus vehículos al 50 por ciento de los asientos sentados o a dos personas por metro cuadrado".

"MIEDO RESIDUAL" AL CONTAGIO
Y sin obviar que subjetivamente se mantiene el llamado "miedo residual" al contagio en el transporte colectivo. Ante esta circunstancia "se corre el riesgo de que se produzca un efecto de sustitución del transporte público por los turismos particulares". En el texto se apunta a que "una actitud pasiva o indiferente ante esta hipótesis abocaría a la ciudad y al área metropolitana a un aumento inabordable de la congestión en la red viaria.
Y todo ello con "una presión exagerada sobre el espacio público destinado a los peatones y a los usos estanciales", además de "n empeoramiento de la calidad del aire" y "un agravamiento del impacto económico de la crisis en términos de desigualdad ya que los más vulnerables verían más comprometido su acceso a una movilidad efectiva y sanitariamente segura".
En el supuesto de viajes cortos, el texto reconoce la contribución que puede hacer la movilidad peatonal y ciclista y la creación de carriles bici. También los turismos pueden contribuir a la respuesta, particularmente para ciertos supuestos de viajes largos metropolitanos, de la mano de la posibilidad de establecer carriles provisionales Bus-VAO en ejes y accesos claves, especialmente los dirigidos a áreas de actividad empresarial significativas. Igualmente, los medios compartidos (sharing) y los medios a la demanda (como taxi y VTC) pueden contribuir como opciones complementarias al transporte público.