Vecinos de Centro piden igualdad de trato con los de Aurrerá, donde sí se adelantó el horario de cierre de los bares

Carteles contra el ruido en Madrid
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 28 marzo 2012 15:58

MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Plataforma Vecinos de Madrid Centro ha enviado una carta a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, en la que le piden igualdad de trato con los residentes en Aurrerá, donde sí se adelantó el horario de cierre de los bares cuando fue declarada Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE).

Semanas atrás, el vicealcalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva adelantó que la declaración del Centro como ZPAE está al caer pero que no se adelantará el horario de cierre de los locales de ocio. "Si adelantar la hora de cierre de los locales de ocio nocturno fue un éxito en Aurrerá, ¿por qué no se puede hacer lo mismo en el distrito Centro? ¿Es que los vecinos de nuestro distrito centro tenemos menores derechos? ", preguntan desde la plataforma, integrada por las asociaciones de Cavas-Costanillas, Chueca, Ópera-Austrias, Plaza Mayor y Plaza Santa Ana.

La carta, a la que ha tenido acceso Europa Press, dice que la decisión de no adelantar el horario de cierre servirá para "favorecer los intereses comerciales de unos pocos frente a los derechos constitucionales de buena parte de los 150.000 vecinos del centro de Madrid".

También hacen mención a la saturación de locales en Centro, como ya señaló en su momento Villanueva, una situación a la que se ha llegado, en palabras de la plataforma, por " la concesión descontrolada de licencias municipales".

En este punto de la misiva, los vecinos preguntan a la alcaldesa si el Ayuntamiento persigue un modelo de ciudad con un "turismo masificado de juerga y nocturnidad y cuyo punto fuerte es la borrachera y sus derivados". "Ese es el modelo económico que parece querer defender nuestro vicealcalde, en contra del parecer que usted misma, señora alcaldesa, nos manifestó en marzo del año pasado a las asociaciones de vecinos firmantes de este escrito", añaden.

También afirman que todas las demás fuentes de ruido, como música ambulante, intensidad de la carga y descarga o botellón alrededor de los locales van en proporción a la proliferación de los locales y de terrazas y a la duración de sus actividades.

Terminan la carta recriminando que los vecinos tienen que aguantar el ruido por vivir en el centro, como se puede desprender de declaraciones de empresarios del ocio del distrito, cuando eso parece más propio "del espíritu del Chicago de los años 20 que un ejemplo de civismo en una ciudad que aspira a ser Villa Olímpica", concluyen.