Vecinos desalojados por las obras de la M-30, rechazan los pisos de la EMVS por deficiencias en las viviendas

Actualizado: viernes, 29 mayo 2009 18:06

Dicen que no tienen servicios esenciales como el de telefonía, esencial para los usuarios de teleasistencia

MADRID, 29 May. (EUROPA PRESS) -

Una quincena de antiguos residentes del número 115 de la Avenida Ciudad de Barcelona, en el distrito de Retiro, desalojados por las obras de la M-30, se niegan a firmar los contratos de compra-venta de los pisos que les ofrece la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo (EMVS), al considerar que las viviendas sufren graves deficiencias y "no están para entrar a vivir".

Todos ellos esperan desde hace cuatro años las nuevas viviendas prometidas y mientras tanto, están arrendados en pisos cuyo alquiler es pagado por la EMVS, por lo que ahora temen que la entidad suspenda el pago de sus viviendas, según explicó, en declaraciones a Europa Press, el presidente de la asociación de vecinos afectados, Francisco Jiménez.

"Tenemos una amenaza, de manera que, o firmamos o tenemos acciones legales, aunque no sabemos en qué consistirán", explicó Jiménez, que teme que el 30 de junio la Empresa Municipal decida acabar con el pago del alquiler a los vecinos que se nieguen a firmar los contratos.

Y es que los vecinos del 115 de la Avenida Ciudad de Barcelona, en el distrito de Retiro, se consideran los grandes damnificados de la M-30 al no haber recibido muchos de ellos, cuatro años después de que dejaran sus viviendas originales, las prometidas en permuta por el Ayuntamiento de Madrid.

Su queja arranca en septiembre de 2005, cuando abandonaron sus pisos ya que se encontraban en un edificio que era necesario demoler para llevar a cabo las obras de construcción del by-pass sur de la M-30. Por miedo a una expropiación y con la cuestión de la seguridad muy presente, con los sucesos del barrio barcelonés de El Carmel en la memoria, los residentes de este punto de Retiro aceptaron la propuesta del Ayuntamiento de Madrid.

Ésta pasaba por el desalojo voluntario de los pisos y locales, que serían vendidos a la EMVS que, a su vez, se ocuparía de facilitarles un nuevo hogar: las nuevas viviendas se levantan en la calle Barrileros, 7 y 9, muy cerca de su antiguo vecindario. Estas casas estarían listas en dos años, esto es, en 2007 pero mientras tanto serían realojados en pisos de alquiler en el mismo entorno y sufragados por la EMVS.

Es ahora, 19 meses después, cuando los vecinos están empezando a entrar en sus nuevas viviendas, explican desde la asociación de afectados. Eso sí, sólo unos pocos han firmado con la EMVS y han empezado a vivir en Barrileros porque otros, una quincena, se niegan al considerar que para entrar en la zona, en la que no ha terminado la obra de urbanización, hay que hacerlo "con casco y linterna".

"Por una parte no hay acera, no tenemos servicios esenciales y aún así se ríen y creen que exageramos cuando decimos que esto es un campo de batalla", asegura Francisco Jiménez. Asegura que la zona, a medio urbanizar, no permite acceder a servicios como el de la telefonía fija, esencial para los usuarios de la teleasistencia, hay problemas con la luz, el agua y, además, hay que asumir costes como los equipamientos de las viviendas. Por su parte, el consejero delegado de la EMVS, Juan José de Gracia, replicó semanas atrás que los pisos son habitables aunque confirmó que quedan trabajos de urbanización por hacer.

COSTE CERO DE LAS VIVIENDAS

Sin embargo, las principales críticas giran alrededor del supuesto coste cero que iban a tener las viviendas permutadas: el contrato de compra-venta estipula unos tramos al alza en los nuevos pisos en función de la superficie original, es decir, si el anterior tenía entre 45 y 50 metros ahora se encuentran con uno de 50 útiles.

Esta diferencia de superficie tiene consecuencias directas en las hipotecas ya que algunos vecinos se encuentran con el hecho de tener que desembolsar hasta 6.000 euros más por estas diferencias, sostuvo el portavoz vecinal. Los realojados dicen que firmaron con el Ayuntamiento confiando en que los excesos de superficie no tuvieran coste alguno para ellos pero ahora se encuentran con el hecho de que tienen que pagar esos metros sin que ellos hubieran pedido viviendas más grandes. La EMVS ya argumentó que esos precios de más se pagan a precio de vivienda protegida aunque se trate de pisos de renta libre.

Otro asunto pendiente es el de los garajes, ofrecidos por la EMVS a unos vecinos que no contaban con ellos en sus pisos originales. Lo que critican es que los precios ofertados por la Empresa de la Vivienda son más elevados que los registrados en el inmueble contiguo, de protección oficial.

El consejero delegado de la EMVS, Juan José de Gracia, señaló semanas atrás que las plazas de garaje se ofertan "a precio de vivienda de protección, con el módulo de 2005, no con el actual", para añadir que la comparación que hacen con la promoción más próxima no es válida porque se trata de "viviendas de realojo, que hace que sea más barato".

"No parece lógico, es injusto e insolidario con el resto de ciudadanos ese trato de favor que piden, que una vivienda libre, con un garaje libre, haya que venderlo a precio de una vivienda protegida de la escala inferior. Lo lógico es que se venda a precio del módulo de 2005, sobre todo porque es de renta libre y al día siguiente se puede vender", argumentó De Gracia.

El secretario general del PSM, Tomás Gómez, y el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, David Lucas, visitaron hoy a dos afectados por la situación de Ciudad de Barcelona, 115, el matrimonio compuesto por Eleuterio Sabino Santos (87 años) y su esposa, Juliana Lacha (84 años), ambos baremados con el mayor grado de dependencia existente, el 3. Se quejan de que la EMVS les adeuda 9.750 euros en concepto de alquiler desde abril del año pasado y que no saben cuándo recibirán su nueva vivienda.