Actualizado 23/05/2006 13:40

Economía/Motor.- Toyota comienza a fabricar el Camry en China

NANSHA (CHINA), 23 May. (EP/AP) -

El fabricante japonés de automóviles Toyota ha comenzado a producir el Camry por primera vez en China en la nueva planta de la compañía que se espera que ayude a mejorar la posición de la marca japonesa en el mercado automovilístico de mayor crecimiento, como es China.

El Camry ha sido el vehículo más vendido en Estados Unidos y el más importado en China y será fabricado en la nueva fábrica de Toyota en Nansha (China), que ha necesitado una inversión de 475 millones de dólares (370 millones de euros) para su construcción.

La marca japonesa indicó que la planta cuenta con la más moderna tecnología con el fin de alcanzar el liderato en este país. El máximo responsable de Toyota en China, Yoshimi Inaba, resaltó que el mercado chino "adelantará al mercado japonés".

La firma japonesa, actual segundo fabricante de automóviles del mundo, está inmersa, junto con otras compañías, en una pugna por hacerse con un hueco en el mercado chino, donde aumentaron un 30% las ventas durante el año pasado, con 5,7 millones de vehículos, lo que le situó como el tercer mercado del mundo, por detrás de Estados Unidos y de Japón.

El modelo Camry fabricado en este país tendrá un precio entre 24.700 y 33.700 dólares (19.200 y 26.200 euros), lo que supone una reducción del coste de importación de este vehículo. Así, el presidente de la filial de Toyota en China, Guangzhou Automobile Group, Zhang Fangyou, subrayó que este precio pone de manifiesto que Toyota "está haciendo una fuerte presión en este mercado".

La firma nipona el año pasado sólo consiguió hacerse con el 3,5% de la cuota de mercado en este país, con unas ventas que alcanzaron las 183.150 unidades, cifras que le situaron por detrás de otros fabricantes extranjeros como General Motors o Volkswagen.

En este sentido, las marcas japonesas, después de que finalizaran las tensiones políticas entre ambos países, han estado realizando grandes inversiones en China, que el año pasado superaron los 1.000 millones de dólares (cerca de 800 millones de euros).