BARCELONA, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Generalitat de Cataluña ha propuesto al sector de la moto catalán un futuro que "pasa por la especialización, la producción de alto valor añadido y el refuerzo de su internacionalización", aunque actualmente ya se exporta más del 80% de la producción a la Unión Europea.
El consejero de Empresa y Empleo del Gobierno catalán, Francesc Xavier Mena, y el director general de Industria, Joan Sureda, se han reunido este miércoles con representantes y fabricantes de motocicletas en Cataluña para "analizar el estado actual del sector y proponer estrategias para potenciarlo, garantizar su viabilidad y facilitar su crecimiento".
En este sentido, el Gobierno de Artur Mas ha recordado en un comunicado que "uno de los factores diferenciales del sector en Cataluña es la especialización en nichos de mercado de alto valor añadido, en lugar de la fabricación de series largas de producción masiva".
Así, ha puesto el ejemplo de motos para ocio, como las de trial, y eléctricas, como el proyecto MIUS 4.0 en el que participan seis empresas catalanas de la moto con el apoyo de la Generalitat.
A la reunión han asistido responsables de empresas catalanas como Rieju, Gas Gas, la asociación del clúster de la moto y representantes de la industria auxiliar como Manaut, J.Juan y Guilera, que han propuesto recuperar las marcas catalanas Bultaco y Sanglas y comercializarlas con nuevos modelos que cubran nichos de mercado.
RECUPERAR LOS CATORCE AÑOS
También han pedido recuperar los catorce años como edad mínima para conducir un ciclomotor, como en el resto de Europa, y que se regularice la circulación de motocicletas en entornos de montaña con medidas como la creación de una 'Licencia Verde'.
El sector de la motocicleta y el ciclomotor en Cataluña representa el 84% de la actividad productiva de este ámbito en España, con 12 empresas fabricantes y 43 proveedoras que suman alrededor de 7.000 trabajadores que generan una facturación agregada de 1.000 millones de euros, según datos de 2010.
El encuentro de este miércoles ha tenido lugar después de que Yamaha y Derbi hayan decidido cerrar sus fábricas catalanas y trasladar la producción a Francia e Italia, respectivamente, dejando sin trabajo a casi 600 personas.
