Publicado 26/09/2019 18:19

Jaguar Land Rover parará su producción una semana en noviembre para mitigar las consecuencias del Brexit

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Logo Jaguar Land Rover - EUROPA PRESS - Archivo

GAYDON (REINO UNIDO), 26 Sep. (Reuters/EP) -

Jaguar Land Rover parará la producción de sus cuatro plantas británicas durante la primera semana de noviembre con el fin de mitigar las posibles consecuencias de un Brexit sin acuerdo.

"Tenemos que hacerlo. Necesito 20 millones de piezas por día y hay que tenerlas justo a tiempo", señaló el consejero delegado de la compañía, Ralf Speth, en un evento de la marca en Gaydon (Reino Unido).

Jaguar Land Rover posee en suelo británico tres plantas de producción de automóviles, que sumaron poco menos de un tercio de los 1,5 millones que se ensamblaron en total en Reino Unido en 2018, y otra de motores.

La firma británica se suma así a las medidas puestas en marcha por Toyota y BMW en Reino Unido para paliar las consecuencias de un Brexit duro, que podría producirse el próximo 31 de octubre. El fabricante nipón aseguró en agosto que no fabricaría coches en su planta del país el 1 de noviembre, mientras que el grupo BMW parará la producción en Oxford los días 31 de octubre y 1 de noviembre.

Las principales asociaciones de la industria de automoción europea han hecho un llamamiento conjunto para evitar que Reino Unido salga de la Unión Europea (UE) sin llegar a un acuerdo y se produzcan así consecuencias "graves", como, por ejemplo, la aplicación de aranceles que supondrían un coste extra de 5.700 millones para el sector y los consumidores.

En concreto, señalan que el fin del comercio sin barreras podría suponer una "grave alteración" de la cadena de producción 'just-in-time'. Solo un minuto de interrupción de la producción en Reino Unido podría costar 57.700 euros.

Además, los aranceles de la Organización Mundial del Comerci (OMC) sobre automóviles y furgonetas podrían añadir 5.700 millones de euros a la factura colectiva del comercio de automóviles entre la UE y el país británico, lo que elevaría consecuentemente el precio de los vehículos para clientes en caso de que los fabricantes no sean capaces de absorber este coste adicional.

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