MURCIA 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
La escritora Ana María Matute ha reconocido que el Premio Cervantes que recibió el pasado mes de abril le ha hecho muy feliz pero no le ha cambiado la vida, según ha declarado este miércoles en Murcia, donde mantendrá un coloquio titulado 'Del rey Gudú al Paraíso habitado' con el profesor de Literatura Javier Polo Alba, a las 19.30 horas, en el Aula de Cultura de Cajamurcia.
"Comprendo que a la pastora Bernardette, cuando se le apareció la virgen de Lourdes, le cambiara la vida, pero a mi el Cervantes no me ha cambiado la vida, aunque me ha hecho muy feliz", ha reconocido textualmente la escritora, quien ha dicho no marcarse retos y que su próxima dedicación será otro libro que ya tiene en mente y del que no ha querido revelar ningún detalle.
Matute recuerda el día en que recibió el Premio Cervantes como uno de los "más felices y bonitos" de su vida, y ha explicado que tenía miedo a escribir discursos, no a leerlos, un temor que su intervención en la ceremonia no le ha quitado. "Por lo menos hice el discurso, ya que creía que no lo iba a hacer y llené varias papeleras", ha añadido.
Matute ha recordado que aprovechó el discurso del Premio para "protestar contra quienes se permiten corregir los cuentos de niños, que son los cuentos de hadas, y los estropean". A ellos les ha instado a "escribir cuentos aptos para los niños según sus criterios, pero que no estropeen lo que esta bien hecho, mucho mejor de lo que ellos hacen".
No obstante, ha estimado que hay una gran cantidad de escritores jóvenes de cuentos que están empezando y "lo están haciendo muy bien". Al respecto, ha estimado que los cuentos para adultos "son muy buenos", pero ha torcido el gesto al hablar de los cuentos para niños que se escriben ahora, exceptuando a los de Bernardo Atxaga.
Hasta hace poco, ha recordado que el cuento "era considerado en España como una literatura menor, igual que la literatura infantil, hasta que ahora se han dado cuenta de que es algo importantísimo". Por el contrario, ha matizado que, en el mundo anglosajón, se han llegado a dar premios Pulitzer a escritores de cuentos, "algo que era inconcebible en España". Matute ha achacado esto a "la ignorancia y a la falta de formación literaria".
En este sentido, ha bromeado con que ella comenzó a escribir de pequeña para vengarse de los mayores, ya que "había un abismo entre ellos y los pequeños, una gran distancia en la escuela y en la casa". Así, ha lamentado que, en aquella época, no había preocupaciones por lo que sentían los niños, sino por imponerle cosas, algo en lo que afirma que "hemos mejorado mucho".
Sin embargo, ha lamentado que, posteriormente, los niños de aquella generación a la que ella pertenece "hemos sido demasiado permisivos con las generaciones posteriores", y ha recomendado que, a los niños, hay que enseñarles "que no deben de molestar y que su libertad acaba donde empieza la de otros".
"Los niños son bajitos pero no son tontos", ha destacado sobre el trato condescendiente que se les otorga a los menores, a quienes "se les da todo muy explicado y no se les da margen para imaginar, ni los cómics ni la televisión misma".
Al ser preguntada por el efecto de la televisión en la imaginación de los niños, ha considerado que este medio "no ha hecho nada malo a nadie", aunque el contenido pueda ser "bueno o malo". También ha afirmado que Walt Disney "no ha hecho daño a nadie", aunque ha admitido que "estropea los cuentos", un juicio que ha emitido "con criterio de adulta".
La escritora ha recordado anecdóticamente que un gran ilustrador ruso del siglo pasado "nunca dibujaba al protagonista de frente, sino de espaldas, para que el lector pudiera imaginarlo". Por eso, ha considerado que las películas basadas en libros "no gustan porque uno ha imaginado los protagonistas de otra forma".
En su opinión, la repercusión de las nuevas tecnologías en la imaginación de los niños "depende de quien maneje las cosas, ya que, si se saben utilizar, pueden servir de mucho". De hecho, ha considerado que "a lo mejor unas limitan su imaginación, pero otras las estimulan, no son ciencias exactas", ha zanjado.
SOBRE SU VIDA
Matute, quien ha descartado hablar de política y referirse al movimiento de los 'indignados' del 15-M, ha reconocido que todavía tiene "muchos paraísos" que han cambiado a lo largo de su vida y que "no se pueden explicar con palabras", al tiempo que ha dicho tener un poco de miedo a todo lo que no puede comprender.
Asimismo, ha reconocido que se siente mejor en el mundo fantástico en el que se mueve habitualmente, más que en la vida cotidiana, salvo cuando se encuentra con la gente a la que quiere. "Soy una soñadora", ha manifestado Matute, y ha puntualizado que sus sueños "tienen que ver con un mundo mejor, pero también con un mundo mejor personal, ya que todos somos un poco egoístas".
La escritora ha explicado que todo le hace sonreir, aunque ha puntualizado que, a veces, sonríe con amargura. De hecho, ha estimado que la gente sonríe demasiado poco y va "demasiado seria", ya que "estamos todos preocupados y vamos siempre un poco angustiados", algo que ha hecho extensivo a otras partes del mundo, lo que ha achacado a que el mundo "no parece estar muy bien arreglado".
En cualquier caso, ha dicho sentirse como una privilegiada por tener un trabajo que le gusta hacer, mientras que ha considerado que debería estar prohibido que la gente tuviera empleos que odien. "Imagínate ir todos los días a una oficina con un jefe, arrastrándote, odiando el trabajo, no tendría que existir", ha añadido.
Al ser preguntada por la diferencia de la invención de la mentira, Matute ha señalado que se encuentra "en la mala intención", y ha supuesto que ella la ha tenido alguna, pero ha dicho no acordarse. "Todo el mundo alguna vez contesta con mala fe si nos pinchan, pero normalmente no, yo creo que soy muy buena pasta".
En el coloquio que ofrecerá en Murcia, Polo tenía previsto preguntarle por su vida, especialmente la literaria que, según ha reconocido la galardonada escritora, ha sido siempre "algo fundamental" para ella. Esther Tusquets dijo de ella que era la única escritora de raza que conoce, algo que Matute ha considerado "algo exagerado", pero ha reconocido que, efectivamente, ella es "de raza".
"Es lo único en que soy racista", ha señalado la escritora, quien ha señalado que el escritor "nace, de forma que hay gente que quiere ser escritor, pero si no lo es no hay nada que hacer". A su parecer, si a la vida "no le das la pimienta de la imaginación y de la poesía, vives la mitad".
Haciendo memoria, Matute ha recordado que el primer libro que le hizo emocionarse fue 'El Quijote', al leer la muerte del hidalgo protagonista, pero no por la muerte del mismo, sino "por el final de lo mejor de él, de lo que se había inventado, que entre otras cosas, había inventado la bondad".