Murcia acogió el mayor centro sanitario de las Brigadas Internacionales de España

De izquierda a derecha, los brigadistas internacionales Bert Overton, Aaron Harris y Robert Merriman frente al hospital de sangre 'La Pasionaria', en Murcia, en el año 1937
De izquierda a derecha, los brigadistas internacionales Bert Overton, Aaron Harris y Robert Merriman frente al hospital de sangre 'La Pasionaria', en Murcia, en el año 1937 - CEDIDA POR RICHARD HARRIS
Publicado: sábado, 18 febrero 2023 11:29

Las instalaciones, gestionadas por una doctora polaca y diseminadas en cuatro localizaciones, fueron clausuradas en abril de 1938

MURCIA, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -

La ciudad de Murcia albergó el mayor complejo sanitario de las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil Española, con cuatro hospitales de sangre que acogían un millar de camas y modernas máquinas para tratar a los voluntarios extranjeros heridos en combate que requerían de tratamientos médicos durante largas convalecencias.

Así lo revelan las investigaciones recopiladas por la Asociación Tenemos Memoria-Murcia, procedentes del Archivo de Salamanca y el Archivo Soviético, así como de millares de documentos y datos personales recogidos en el Sistema de Información Digital sobre las Brigadas Internacionales (SIDBRINT), dependiente de la Universidad de Barcelona.

Su condición de ciudad de retaguardia y la disposición de espaciosos y cómodos edificios hicieron que la Central del Servicio Sanitario Internacional, con sede en París (Francia), eligiera Murcia para abrir cuatro hospitales --'La Pasionaria', 'Federica Montseny', 'Comandante Dubois' y 'Paul Vaillant-Couturier'--.

El primero de los centros llevaba el apodo por el que se conocía a Dolores Ibárruri, líder del Partido Comunista de España (PCE), y fue instalado en el lugar que en la actualidad ocupa el instituto Licenciado Francisco Cascales, en el número 1 del Paseo Teniente Flomesta, frente al río Segura.

Fue inaugurado en 1936, año en el que comenzó el conflicto bélico, y estaba especializado en neurocirugía. Se desconoce cuántos heridos fueron destinados allí desde el frente, aunque documentación de la época recabada por Tenemos Memoria-Murcia apunta que contaba con unas 250 camas.

Por su parte, el 'Federica Montseny' fue el hospital más grande y mejor equipado de todos. Ubicado en el Claustro del Campus de La Merced de la Universidad de Murcia (UMU), por donde hoy caminan estudiantes antes lo hacían brigadistas heridos en la contienda española, a la que llegaron desde distintos países como Italia, Francia, EEUU, Yugoslavia, Noruega, Grecia o Dinamarca.

Entre sus muros se hallaban un taller de prótesis, un servicio de radiología y varios quirófanos, además de un espacio dedicado al descanso del personal sanitario, conformado por al menos 130 profesionales extranjeros entre los que se encontraba la doctora polaca Irene Struzeska, encargada de organizar y gestionar toda la red sanitaria en Murcia.

La periodista ucraniana Gusti Jirku, que fue responsable del área de comunicación de los servicios sanitarios de las Brigadas Internacionales, escribió en su libro 'Nuestra lucha contra muerte', que "jamás existió en una guerra un hospital tan ejemplarmente equipado para los heridos" como el 'Federica Montseny'.

Otro de los hospitales llevó el nombre del escritor francés Paul Vaillant-Couturier, fundador del Partido Comunista Francés, aunque el edificio fue conocido en un principio como 'Radio' porque antes de la guerra acogió una clínica de radiología. Estaba en un inmueble ya inexistente del Plano de San Francisco, también en el corazón de la ciudad, que tras la contienda fue sede de la Falange y de Radio Juventud.

Especializado en medicina interna, este centro sanitario contaba, entre otras dependencias, con un laboratorio de muestras y 180 camas que solían acoger a pacientes con enfermedades como neumonía, tifus --se produjeron varios brotes en el frente-- y dolencias venéreas.

Por último, el hospital 'Comandante Dubois', llamado así por el jefe de Sanidad de la XIV Brigada, y también conocido como 'Casa Roja', estaba situado frente al Casino de Murcia, en la calle Trapería, y era el único de los cuatro en el que todas las habitaciones disponían de agua corriente porque fue concebido como hotel. De hecho, tras la guerra se convirtió en el hotel Padrón.

Todos los centros sanitarios fueron clausurados entre el 8 y 9 de abril de 1938.

EN TREN HASTA MURCIA

En declaraciones a Europa Press, la presidenta de Tenemos Memoria-Murcia, Mercedes Nicolás, ha explicado que a los hospitales de la ciudad llegaban heridos en batallas como Brunete y Jarama (Madrid) y Belchite (Aragón). Hasta la capital de la Región, y más concretamente hasta la estación de El Carmen, arribaban en tren después de que sus lesiones fueran valoradas en los puestos de socorro de las trincheras y en los hospitales móviles del frente.

"Solían ser heridos que necesitaban tiempos de recuperación más largos u operaciones complejas. Una vez expirado este plazo algunos se licenciaban, esto es, eran declarados no aptos para la guerra y volvían a sus países de origen, y otros, los que se recuperaban, se reincorporaban al frente", precisa Nicolás.

También hubo fallecidos entre los convalecientes del servicio sanitario internacional de Murcia. De hecho, un total de 128 brigadistas están enterrados en el cementerio municipal Nuestro Padre Jesús, en Espinardo. Sus cuerpos fueron inhumados, bien en fosas comunes, bien en individuales, durante el conflicto.

El 23 de diciembre de 1939, acabada la contienda, los restos fueron desplazados a dos zanjas de la zona de disidentes. Medio siglo después, en 1989, el Ayuntamiento de Murcia los trasladó a una tumba dignificada en la zona 2 del departamento general del camposanto, donde erigió un monumento en su honor.

MÁS DE 40.000 EXPEDIENTES

La doctora en Historia Contemporánea Lourdes Prades es la coordinadora del SIDBRINT, la base de datos de la Universidad de Barcelona dedicada a digitalizar la memoria de las Brigadas Internacionales. Este proyecto, que incluye datos de unos 40.000 voluntarios, ha sido "clave", según apunta Nicolás, para localizar la afiliación militar de aquellos que pasaron por Murcia.

Prades, que participó el pasado fin de semana junto a otros expertos memorialistas como Michael Uhl, Antonio Selva, del Centro de Estudios y Documentación de las Brigadas Internacionales (CEDOBI), y Severiano Montero, de la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI), en las jornadas 'La ciudad de los heridos', organizadas por el Ayuntamiento de Murcia y la asociación Tenemos Memoria, aclara que es muy difícil concretar el número de voluntarios que fueron ingresados en los hospitales de sangre murcianos.

Así, SIDBRINT recoge el nombre de 594 brigadistas asociados a este complejo, de los que 93 eran mujeres. "Solo están aquellos que hemos encontrado en las fuentes documentales que el equipo de investigación ha trabajado. Queda mucho trabajo por hacer", apostilla la experta.

Entre los heridos registrados en el complejo sanitario de Murcia, y más concretamente en el hospital 'Federica Montseny', se encontraba el artista, músico, pintor y cantante Bartholomeus van der Schelling, nacido en Róterdam (Países Bajos). Según SIDBRINT, su estancia en España se extendió desde abril de 1937 a agosto de 1938.

El Portal de Archivos Españoles, dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte, señala que Van der Schelling fue herido de gravedad durante la Batalla del Ebro, en agosto de 1938, siendo declarado inútil total para el servicio. A él se le atribuye la letra de la conocida canción 'Viva la Quince Brigada'.