SAN PEDRO DEL PINATAR (MURCIA), 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
La candidata número dos al Congreso de los Diputados por la Región, María Marín, ha apostado por un plan estratégico de lucha contra la estacionalidad turística "alejado del ladrillo y las urbanizaciones vacías", según informaron fuentes de esta formación política en un comunicado.
En un acto en San Pedro del Pinatar, Marín ha destacado que "afrontar la estacionalidad turística es afrontar el problema del empleo estacional, descualificado, precario y de bajos salarios propios del sector en el Mar Menor".
Marín ha señalado que para Podemos es "imprescindible disponer de una estrategia, de un proyecto coherente, que fije objetivos cuantificables y que establezca un marco temporal de planificación, pues habrá que convocar a empresas, asociaciones profesionales, agentes sociales, cerrar acuerdos con tour operadores y activar el programa del IMSERSO, entre otras medidas".
La candidata de Podemos al Congreso ha explicado cuáles son los cuatro objetivos que debe abordar un plan de lucha contra la estacionalidad turística, como es la generación "de un mercado laboral de una mayor estabilidad y calidad a lo largo del año, que posibilite la construcción de dinámicas de cualificación y profesionalización del trabajo en toda la zona turística de nuestra Región".
Además, ha continuado, se deben "optimizar las infraestructuras existentes, el capital fijo y los recursos disponibles a lo largo de todo el año. Esto contribuirá al aumento de la rentabilidad de las empresas turísticas ampliando el período de actividad y maximizar los efectos multiplicadores del turismo".
También ha añadido María Marín que se tiene que "dotar de mayor contenido y atractivo al destino de la Región de Murcia, al posibilitar una oferta más diversificada y de calidad; e incorporar la sostenibilidad social, económica y medioambiental como garantía de futuro del turismo regional".
Para la candidata de Podemos es "fundamental" empezar a luchar "contra los 20 años de la política turística del Partido Popular. Sólo se ha encargado de privilegiar la oferta del ladrillo en primera línea de costa, olvidándose de unos trabajadores a los que ha convertido, a base de precariedad y condiciones indignas, en braceros del ocio". Como "contraste", ha incidido María Marín "a esa geografía del desastre urbanístico, un escasísimo desarrollo hotelero que oferta apenas 20.000 plazas hoteleras".
