MURCIA, 24 May. (EUROPA PRESS) -
Un Jurado Popular juzga desde este lunes a tres individuos, que se enfrentan a penas que suman 35 años de cárcel por robar a una anciana de 70 años y matar uno de ellos a la víctima, a la que estranguló, en una vivienda de San Pedro del Pinatar. Los hechos se enjuiciarán en la sección quinta de la Audiencia Provincial.
Los hechos se remontan a marzo de 2017, cuando los tres acusados quedaron para salir de fiesta ese fin de semana. Tras haber estado en varias discotecas de Los Alcázares y de Murcia la noche del viernes, el sábado volvieron a quedar y se desplazaron hasta lugares de ocio de Torrevieja.
Sin embargo, al quedarse sin dinero esa madrugada del sábado, de común acuerdo, según el escrito de calificación del Ministerio Fiscal, se trasladaron a San Pedro con la intención de conseguir dinero, para lo que se dirigieron a casa de la anciana, abuela de la expareja sentimental del principal acusado.
Éste conocía el "elevado" poder económico de la anciana y que vivía sola en su vivienda, además de que padecía importantes problemas de salud, al estar enferma de azúcar, y tener producto de ello, una movilidad reducida.
Así, Ismael B.L. saltó la valla perimetral de acceso, y tras golpear la puerta de la vivienda con una fuerte patada, consiguió acceder a la misma. La anciana estaba dormida en ese momento, pero al percatarse de su presencia comenzó a decirle 'Ismaelico, Ismaelico, que
haces aquí'.
Ismael B.L., con ánimo de acabar con su vida, le colocó la almohada sobre la que dormía en la cara, y comenzó a apretar fuertemente con ambas manos sobre ella, al tiempo que le colocaba la rodilla sobre el pecho, de modo que imposibilitaba la respiración de la anciana, provocando su muerte por estrangulamiento a lazo.
Una vez que se cercioró de que estaba muerta, se apoderó de varias joyas que la víctima llevaba encima, y se dirigió hacia el salón de la vivienda, e igualmente se adueñó de otras joyas de oro que se encontraban en una pequeña caja.
A continuación, salió de la vivienda y se dirigió, con las joyas sustraídas en la mano, a la furgoneta donde le esperaban los otros dos acusados, que estaban vigilando la zona para evitar que pudiera ser descubierto el robo que los tres habían planificado previamente.
Los tres acusados se dirigieron en la furgoneta al barrio conocido como 'La Charca' de San Pedro del Pinatar, donde Ismael vendió las joyas sustraídas a cambio de unos 1.000 euros, así como una cantidad no determinada de cocaína.
Guiados por el ánimo de aumentar su enriquecimiento injusto, regresaron a las inmediaciones de la vivienda de la anciana, ya fallecida, e Ismael volvió a entrar para conseguir sustraer dinero en efectivo.
Al día siguiente, el hijo de la fallecida, extrañado de que su madre no le cogiera el teléfono, se personó en su vivienda y encontró el cuerpo de ésta en su habitación, sobre su cama.
Para el fiscal, los hechos son constitutivos de un delito de asesinato, por el que solicita 20 años de cárcel para Ismael y de robo con violencia en casa habitada, por el que reclama cinco años de prisión.
Los dos amigos que le acompañaban se les imputa un delito de robo con violencia en casa habitada, por el que reclama cinco años de cárcel para cada uno.
El acusado Ismael B.L. deberá indemnizar al hijo de la fallecida con 120.000 euros y de forma conjunta con los otros dos procesados en la cantidad que se determine en ejecución de sentencia por las joyas sustraídas y los desperfectos ocasionados en la vivienda.
