MADRID 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Director Facultativo de Mina Conchita Roberto López, reconoció hoy ante el tribunal del 11-M que en una inspección realizada por la Guardia Civil en junio de 2004 en la que estuvo presente los agentes localizaron Goma 2 ECO y Goma 2 EC en distintos puntos de la explotación. Precisó que recuerda que varios de los cartuchos aparecieron en una galería ocultos bajo un cartón e indicó que se trataba de "explosivo muy antiguo".
De forma previa a esta declaración el director había expresado, a preguntas del abogado defensor de Raúl González, Endika Zulueta que "nunca" había visto explosivo o detonadores "tirados" en el monte y que "siempre" estaban en sus cajas y envoltorios originales.
Defendió además que la vigilancia y control de los explosivos no era su responsabilidad y señaló al encargado de la mina, Emilio Llano, como el encargado de realizar ese tipo de labores. Por ello supuso que Llano realizó las anotaciones pertinente en cuanto al consumo de dinamita de cada artillero.
A este respecto defendió que sólo este tipo de trabajador es capaz de calcular la cantidad de dinamita que necesitará para la jornada ya que las condiciones en la mina, en cuanto a la dureza o el tipo de veta "son muy cambiantes".
En cuanto a las visitas de la Guardia Civil previas a la masacre explicó que vio agentes en tres o cuatro ocasiones a partir de 2003.
Señaló también que los motivos del cierre de Mina Conchita fueron la inviabilidad de la falla y la pérdida económica debida a la diferencia entre los salarios a pagar y los beneficios aportados por la explotación.
Antes de su declaración se produjo la de otro trabajador de la mina, Israel López, conocido como "Asturias", que contradijo el testimonio del director explicando que en muchas ocasiones vio "cajas de explosivos" en el exterior en Mina Conchita.
También prestó testimonio, en relación con la trama de los explosivos asturiana, un amigo del acusado José Emilio Suárez Trashorras, Rubén Iglesias, relacionado con el tráfico de hachís, que indicó que éste le contó que "unos moritos" iban a acudir a Avilés a visitarle.
VIGILANTE Y CUÑADO DE TRASHORRAS
La sala escuchó además a Juventino Pérez, vigilante de Mina Conchita y cuñado del acusado Emilio Llano. Poco antes de su declaración se produjo la de otro vigilante de la explotación que, curiosamente, también es cuñado del encargado procesado. Declaró, además el minero José Antonio Riesgos. Ambos confirmaron con sus declaraciones la desorganización de Mina Conchita y la responsabilidad en ella de Llano.