El alcalde de Granada descarta que el ex presidente de Caja San Fernando estuviera siendo vigilado

José Torres Hurtado precisó que ETA no vigilaba al presidente de la Caja San Fernando

El juicio continúa mañana con las declaraciones de los testigos Manuel Chaves y Luis Pizarro

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 21 noviembre 2007 17:11

SEVILLA, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

El que fuera delegado del Gobierno en Andalucía en 2001 y actual alcalde de Granada, José Torres Hurtado, y su jefe de gabinete, José Antonio Vidal, afirmaron hoy que el Cuerpo Nacional de Policía descartó tras varias semanas de investigación que el ex presidente de la Caja San Fernando, Juan Manuel López Benjumea, estuviera siendo vigilado por la banda terrorista ETA, por lo que, según precisó Torres Hurtado, se desentendieron del asunto.

En la segunda sesión del juicio por un delito de injurias que el diario 'El Mundo' supuestamente cometió al publicar una noticia el 29 de noviembre de 2001 que acusaba a Chaves de espiar a López Benjumea, Torres Hurtado afirmó que en septiembre de dicho año el presidente de la Caja San Fernando le comunicó que "tenía la sensación de que lo seguían" por lo que ordenó a la Policía "que investigara el tema", ya que el nombre de López Benjumea había aparecido en documentación intervenida a la banda terrorista ETA.

El otrora delegado del Gobierno, que reconoció que la Policía descartó posibles seguimientos por parte de ETA, apuntó que a mediados de noviembre se reunió junto a su jefe de gabinete con el periodista de dicho rotativo F.J.C., a quien le comentó en el transcurso de una cena que Benjumea había interpuesto una denuncia porque se sentía vigilado, aunque la Policía ya había descartado que existiera "peligro terrorista". Por su parte, el ex jefe del gabinete técnico de la Delegación también ha manifestado que los resultados de la investigación por el presunto seguimiento fueron "negativos".

Por otro lado, el ex jefe de escoltas de la Junta de Andalucía y actual alcalde de la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor, Juan Escámez, aclaró el motivo por el cual su tarjeta de visita llegó a manos de Antonio Castellano, el supuesto espía de López Benjumea.

"En 2001 conocía a Antonio y a todo su familia porque éramos del mismo pueblo aunque no tenía relación con él desde hacía 20 años", indicó Escámez, quien "vino a mi casa un día y me dijo muy nervioso que unos señores lo habían identificado diciéndole que él era terrorista".

"Le di mi tarjeta para que si alguien volvía a decirle algo parecido me llamara y yo pudiera aclarar que Antonio Castellano no estaba relacionado con ETA. Lo hice por humanidad", apuntó el escolta de la Junta, quien manifestó que al ver la noticia de 'El Mundo' se sintió engañado.

Posteriormente, según su declaración, ambos se reunieron en una vivienda deshabitada propiedad de la madre de Escámez y ubicada en Sanlúcar la Mayor para que Castellano, "de quien desconfiaba", le ofreciera alguna explicación lógica a "semejante canallada". "Sólo me dijo que lo habían utilizado y manipulado pero todavía estoy esperando que me aclaren el asunto" porque "me causó problemas psicológicos, profesionales y familiares".

La vista oral también ha contado hoy con la presencia del ex presidente de la Comisión de Control de la Caja San Fernando, Miguel Ángel Pino, ya que su nombre aparecía en el vídeo grabado por el detective contratado por López Benjumea en el que supuestamente Castellano decía: "Entre Pino, Pizarro y Chaves me han ordenado seguir a Benjumea y a Beneroso".

De esta manera, Pino negó que ordenara seguir a nadie y dijo que la Caja San Fernando "se gastó 30 millones de pesetas en detectives para que hicieran informes" sobre él; "hecho que puse en conocimiento de mi letrado y que concluyó con un sobreseimiento provisional".

"La noticia me afectó profesional y personalmente ya que fui despedido de mi cargo de directivo en el grupo de empresas en el que trabajaba", continuó Pino, quien dijo que López Benjumea tenía "animadversión" hacia él.

Finalmente, el ex gerente del club de baloncesto Caja San Fernando José Manuel Benedicto, que puso en contacto al detective Joaquín Corpas con López Benjumea, aseveró que el investigador privado había hecho previamente seguimientos a distintos jugadores del equipo de baloncesto por lo que se lo recomendó al presidente de la Caja San Fernando. "Corpas me entregó un paquete cerrado pero yo no sabía que había en su interior y se lo di a Benjumea", concluyó.

En la primera jornada del juicio, el presunto espía acusado de perseguir López Benjumea, Antonio Castellano, aseguró que nunca ha perseguido a nadie y que no recibió órdenes del PSOE, aunque reconoció que tenía la tarjeta de Escámez porque éste era de su pueblo y porque "tenía miedo". Por su parte, el detective que implicó en el asunto a Castellano, Joaquín Corpas, negó que hiciera un montaje con la grabación del "espía".

Asimismo, los periodistas de 'El Mundo' acusados de injurias explicaron que dieron la información porque estaba "suficientemente contrastada", mientras que López Benjumea tildó de "absolutamente dantesco" la hipótesis de que hubiera contactado con los periodistas para preparar el espionaje.

El Juzgado de lo Penal número 3 de Sevilla acoge mañana la tercera sesión de la vista oral, en la que declararán como testigos el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, y el secretario de organización del PSOE de Andalucía, Luis Pizarro.

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