AMPL.- Millet.- Un Millet impasible escucha los contundentes reproches de los diputados de la comisión

Actualizado: martes, 6 julio 2010 17:04

BARCELONA, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente del Palau de la Música, Félix Millet, ha escuchado impasible, tranquilo, en ocasiones incluso sonriente, las preguntas y reproches de los diputados de la comisión parlamentaria que investiga la presunta financiación irregular de CDC con fondos del Palau, negándose a responder a las preguntas.

En un breve discurso este martes en el Parlamento, Millet ha explicado que al estar imputado en un proceso penal no desea realizar ninguna declaración y, siguiendo los consejos de su abogada, se ha acogido al derecho a no responder.

Todos los diputados han lamentado la negativa de Millet --aunque no ha sorprendido a nadie-- y algunos incluso han relacionado su silencio con su posible culpabilidad. Aun así los diputados han querido explicar sus conclusiones, a modo de resumen, y dejar algunas preguntas en el aire.

El diputado de CiU, Jordi Turull, que ha sido el más breve, ha rechazado entrar en "descalificaciones con la única finalidad de ver quien la dice más gorda o busca el titular más original".

Por su parte, el representante del PSC en la comisión, Jordi Terrades, ha hecho notar a Millet como "algunos de sus amigos están empezando a desplegar un cordón sanitario" a su alrededor y ha mostrado su preocupación por la "sombra de sospecha sobre las finanzas nacionales de uno de los partidos centrales de Cataluña", aunque se ha mostrado confiado en que la instrucción judicial aporte "más luz en este triste episodio".

El diputado de ERC, Pere Bosch, que está siendo uno de los más incisivos durante la comisión, ha achacado el silencio de Millet a "un sentimiento de culpa y de encubrir a otras personas" y ha asegurado que Millet podría ayudarles a "desvelar muchas incógnitas". "Aquellos a quienes ustedes encubren empiezan hoy a negarlos, esto es un motivo más para que usted nos diga la verdad", ha apuntado Bosch.

Cuando Bosch le ha preguntado directamente si es verdad que el Palau hizo de intermediario con Ferrovial para desviar recursos a la Fundación Ramón Trias Fargas y a Convergencia, Millet no solo no ha contestado sino que ha sonreído.

Bosch ha asegurado que la verdad "es más tozuda que los intentos de algunos y que día tras día aparecen documentos nuevos que conducen a la misma conclusión".

Por su parte, el diputado del PP Santi Rodríguez ha señalado que el 'caso Palau' frustró la confianza de la ciudadanía en una parte de la clase política. Rodríguez también ha querido preguntar a Millet, igual que ha hecho con Jordi Montull, si fueron ellos quienes utilizaron a los políticos para enriquecerse o han sido algunos políticos los que les utilizaron "para desviar dinero hacía sus propios partidos".

Daniel Pi, diputado de ICV, ha asegurado a Millet que hoy "se ha perdido una gran oportunidad" de dar explicaciones ya que tienen "muchas suposiciones y solo haría falta que lo confirmara".

Pi ha asegurado que a partir de ahora "algo cambiará y no debe haber ni nombres intocables ni familias sagradas". "Podemos vivir sin mecenas y patriotas como usted", ha concluido.

'CRACKS' DE LA INGENIERÍA SOCIAL

En su turno, Albert Rivera, diputado de C's, ha comparado el caso Palau con "una mafia a la catalana" y ha asegurado que tiene la sospecha de que Millet "no es el capo", sino que "por acción o omisión", le han permitido que hiciera todo lo que ha hecho. "Ha sabido leer la miseria de la política de Cataluña", ha sentenciado.

"A nosotros nos preocupa como han podido huir 35 millones de euros del Palau cuando Ayuntamiento, Diputación, Generalitat y Ministerio estaban presentes en el Consorci.", ha apuntado Rivera, que ha asegurado que los ciudadanos están "indignados" al comprobar que sus representantes políticos no han visto como Millet y Montull se llevaban el dinero".

"No son unos 'cracks' de las finanzas, son unos 'cracks' de la ingeniería social", ha subrayado Rivera.

A su salida, Millet ha tenido que esperar durante varios minutos un taxi junto a su abogada. Ante la gran expectación de medios, ha sonreído y, encendiéndose rápidamente un cigarrillo como es habitual, ha asegurado que no iba a decir nada. Al subirse al taxi ha dado la gracia a todos los medios.

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