La AN condena a 18 años de prisión a Vicario Setién por un intento de atentado contra la Policía

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 14 mayo 2007 19:31

MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Nacional ha condenado a 18 años de prisión al miembro de ETA Gregorio Vicario Setién por la colocación en agosto de 1993 de un coche-bomba en Barcelona, que iba dirigido contra un vehículo de la Policía. Las Fuerzas de Seguridad desactivaron el artefacto explosivo sin causar daños materiales.

La Sección Segunda de lo Penal condena al etarra, que entonces integraba el "comando Barcelona" de ETA, por un delito de atentado en grado de tentativa contra miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado y le impone una indemnización de 3.966 euros que deberá pagar, solidariamente con los otros condenados por estos hechos, al propietario del vehículo robado para llevar a cabo el atentado fallido.

La sentencia considera probado que los miembros del "comando Barcelona", entre los que figuraba Felipe San Epifanio, José Gabriel Zabala y Gonzalo Rodríguez Cordero, decidieron cometer un atentado contra un coche de patrulla de la Policía. Para ello, los etarras sustrajeron el 11 de junio de 1993 un vehículo en San Sebastián y lo trasladaron a una lonja en el barrio de Iturrioz, de la localidad guipuzcoana de Oyarzun.

Dos meses más tarde, un miembro de ETA les llamó desde Francia y les dio instrucciones de llevar a la Ciudad Condal el coche cargado de explosivos. Tras cambiar la matrícula, los etarras introdujeron en el coche dos ollas que contenían 40 kilos de amosal, 8 kilos de amerital, 6 metros de cordón detonante, 40 kilos de tornillería, 3 detonadores eléctricos y un temporizador. A continuación, emprendieron el viaje a Barcelona con dos coches, aparcando el de los explosivos en el punto indicado.

ATENTADO FALLIDO

Vicario Setién recogió el coche con explosivos y preparó un artefacto para hacerlo explotar al paso de una patrulla de la Policía por la calle Vila Villa en su confluencia con José Carner, donde se encuentra el edificio de correos. Los etarras aparcaron el día 14 de ese mes el vehículo en este lugar. El acusado entregó el mando a uno de sus compañeros para que lo accionase al paso del vehículo, mientras que él vigilaba la zona. Finalmente, el etarra no accionó la bomba porque estaba nervioso.

Los terroristas volvieron al día siguiente, pero antes de realizar la acción vieron un vehículo de la Policía y abandonaron la zona, dejando el coche cargado de explosivos. Las Fuerzas de Seguridad lo desactivaron tras un aviso de su colocación a los diarios 'Egin' y 'La Vanguardia'.

La Sala valora como prueba de cargo las declaraciones policiales prestadas por San Epifanio, Rodríguez Cordero y Zabala, en las que reconocen la participación de Vicario Setién en el intento de atentado. Pese a ello, los etarras se desdijeron de estas manifestaciones durante la vista oral, aduciendo que habían sido inducidas por los agentes.

También tiene en cuenta para condenar al etarra las testificales de los policías que participaron en la entrada y registro de la lonja de Oyarzun, en la que se localizaron granadas, armamento, troqueladoras, placas falsas y varios coches preparados para cometer atentados.

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