La Audiencia Nacional juzga hoy al "comando Buru-ahuste" de ETA por el asesinato del general Justo Oreja en Madrid

Actualizado: jueves, 20 abril 2006 10:56

MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional juzga hoy a los miembros del "comando Buru-ahuste" de ETA, Ana Belén Egües Gurruchaga y Aitor García Aliaga, por el asesinato del general de Brigada Justo Oreja, quien murió al estallar un artefacto colocado en una bicicleta a la altura del número 134 de la calle López de Hoyos, en Madrid, en las inmediaciones del domicilio del militar.

El fiscal pide 323 años de cárcel y multa de nueve meses con cuota diaria de cinco euros para cada uno de los acusados por los delitos de asesinato, 17 tentativas de asesinato, dos estragos, robo terrorista y falsedad. Además, solicita que indemnicen con 70.000 euros a la viuda del general y con 20.000 a cada uno de sus cuatro hijos, así como con cantidades que oscilan entre los 100 y los 36.000 euros a los 17 heridos que se produjeron por la explosión.

Según el fiscal, el "comando Buru-ahuste", que fue desarticulado gracias a que un ciudadano anónimo les vio huir del lugar donde habían cometido otro atentado y les siguió en su coche guiando a la Policía hasta ellos, tomó la decisión de atentar contra el general Justo Oreja, para lo que la noche del 27 de marzo de 2001 robaron un vehículo estacionado en la calle Camino de Vinateros, de Madrid, y le cambiaron las matrículas por otras falsas.

Tras recopilar la necesaria información sobre Justo Oreja, prepararon tres artefactos y se desplazaron en el coche sustraído hasta la calle López de Hoyos, donde lo estacionaron el 27 de junio de 2001. Al día siguiente sacaron la bicicleta del maletero, le colocaron uno de los artefactos y lo hicieron explotar al paso de Oreja, que sufrió politrautismo y quemaduras en el 50 por ciento de su cuerpo.

Oreja murió pocos días después a consecuencia de las heridas sufridas. Además, resultaron heridos de diversa consideración un total de 17 personas, que el fiscal pide que sean indemnizadas con distintas cantidades.

Después, los terroristas se montaron en el vehículo y lo dejaron abandonado en la confluencia de las calles Bidasoa y Doctor Arce, donde hicieron explosión las otras dos cargas, cada una con tres kilos de dinamita. Las bombas produjeron diversos daños en los vehículos y viviendas ubicadas en las inmediaciones.