La Audiencia de Sevilla absuelve a dos africanos acusados de estafar con el timo de los billetes tintados

Actualizado: domingo, 11 marzo 2007 12:41

SEVILLA, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Sevilla ha absuelto a dos africanos a los que se les acusaba, junto con cinco más, de estafar 30.000 euros a dos propietarios de un establecimiento por el timo de los billetes tintados, para los que el fiscal solicitaba una condena de un año de prisión por un delito de estafa, o subsidiariamente de receptación.

La sentencia de la Sección Cuarta, a la que tuvo acceso Europa Press, condena a otros dos africanos, que reconocieron los hechos en la vista oral, a un año de cárcel y una multa de 15.000 por un delito de estafa. Por otro lado, los otros tres acusados no comparecieron en el juicio y están en busca y captura.

El texto considera que no hay pruebas que puedan "constatar la participación de los dos acusado en la trama delictiva" ni que estos tuvieran conocimiento de la misma, ya que incluso recuerda que "los perjudicados ni los conocían ni los vieron en ningún momento durante todo el tiempo que duró la ejecución del timo".

En cuanto a los condenados, el tribunal considera probado que los hechos tuvieron lugar a principios de octubre de 2004 cuando uno de los acusados, natural de Senegal, se puso en contacto con el propietario de una tienda de móviles en Nervión para proponerle un método por el mediante un proceso químico podían duplicar billetes, proponiéndole invertir al 50 por ciento.

Tras insistir, el acusado convenció al dueño del local y a su socio para que unos conocidos les hiciera una demostración. Otro de los procesados, natural de Nigeria, hizo una manipulación por cual tras juntar dos billetes de 50 euros dentro de un sobre con un papel negro --que en realidad es otro billete que han tintado con yodo-- y algunas sustancias químicas 'aparece' otro billete de 50 euros.

Los acusados hicieron otras demostraciones hasta que finalmente consiguen convencer a las dos víctimas "en preparar dinero para una gran operación", entregando cada uno de ellos 15.000 euros. El dinero fue introducido en un paquete e iniciaron las operaciones. Éstas se vieron bruscamente interrumpidas al explotar el recipiente que contenía las sustancias químicas.

En ese momento, distrajeron a los dos hombres y cambiaron el paquete con el dinero por otro, que sólo contenía papeles. Uno de los acusados se marchó con la excusa de que tenía que ir a por otro recipiente para las sustancias, mientras que los otros lo se dieron a la fuga cuando fueron a tomar café. Las víctimas abrieron el paquete cuando llegaron a su establecimiento, descubriendo que sólo llevaba papel.