El aumento de porteadores marroquíes que entran en Ceuta bloquea el acceso al colegio público anexo a la frontera

CEUTA, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

El gran aumento del número de porteadores marroquíes que cada día entran en Ceuta a comprar mercancías que posteriormente llevan a su país aprovechando la inexistencia de una aduana comercial y, por lo tanto, de gravámenes fiscales, bloqueó ayer el acceso al Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Príncipe Felipe, ubicado justo al lado de la frontera del Tarajal, el único paso habilitado para la entrada de marroquíes en la ciudad española.

El colapso de los más de 10.000 ciudadanos del país vecino que, según fuentes policiales, entran cada mañana en Ceuta, ante las puertas de los polígonos del Tarajal, impidió a los profesores del centro educativo acceder a sus instalaciones hasta pasada la hora deentrada a clase y varios de ellos sufrieron la rotura de los cristales de sus vehículos, caídas y empujones.

La situación, que ya se vivió en términos similares hace casi un año, ha obligado a los padres de alumnos del colegio y a su Dirección, según explicaron a Europa Press este mediodía fuentes de esta última, a plantearse cerrar el colegio hasta que las autoridadesgaranticen a alumnos y docentes el acceso "en unas mínimas condiciones de seguridad".

La Delegación del Gobierno destinó a dos policías nacionales y a dos guardias civiles a evitar aglomeraciones en la entrada del colegio el pasado lunes pero ayer se vieron incapaces de controlar a la muchedumbre de porteadores, por lo que se vieron obligados a solicitar la colaboración de la Policía Local y su Unidad de Intervención Rápida (UIR), que consiguió controlar la situación cerca del mediodía.

El delegado del Gobierno, Jenaro García Arreciado, se mostró en rueda de prensa satisfecho porque los temores que había suscitado el aumento exponencial de los marroquíes que pretendían entrar en Ceuta el miércoles y jueves de la semana pasada no tiene "ninguna relación" con la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla y una posible respuesta encubierta de Rabat, algo que descartó ayer "a la luz de lo observado el lunes y el martes".

Sin embargo, Arreciado sí reconoció que las medidas de control aplicadas en la frontera, los polígonos industriales, el entorno del colegio y el paso del Biutz, por donde regresan los porteadores a su país han dejado de ser suficientes por la mayor afluencia de marroquíes. "Habrá que convocar otra reunión con todas las partes implicadas en este asunto y articular medidas que faciliten la vuelta a la normalidad", según explicó Arreciado, quien reiteró que es el Gobierno autónomo el responsable de ordenar la seguridad ciudadana tanto en el polígono como en las inmediaciones del colegio "como en cualquier otra ciudad de España".