Actualizado: martes, 20 abril 2010 18:13

No entra a valorar la iniciativa de Montilla, pero dice que "todos" deben "dejar trabajar" al tribunal


MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, reconoció este martes que "lo deseable" es que se hubiera producido ya la renovación de los miembros del Tribunal Constitucional (TC) cuyo mandato expiró hace más de tres años, pero recalcó que, a día de hoy, el alto tribunal "es plenamente legítimo para dictar toda clase de sentencias", entre ellas, la del Estatut de Cataluña.

Caamaño respondió así al ser preguntado, al término de la firma de un convenio con el ministro de Industria, Miguel Sebastián, por las exigencias del presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, para que se renueven ya los cargos pendientes en el Constitucional.

El ministro admitió que debía haberse renovado a estos magistrados "ya hace tiempo", pero insistió en que el tribunal "cumple escrupulosamente las exigencias de la ley" y las personas que lo conforman "tienen capacidad para seguir haciéndolo" y "dictar cualquier tipo de sentencia constitucional en este momento".

En relación a la iniciativa concreta de Montilla de propiciar que el próximo pleno del Parlament apruebe una resolución a favor de la renovación del Constitucional, el titular de Justicia no quiso "entrar en la acción que libremente ha realizado" el president "desde su posición".

"Sólo quiero subrayar que era bueno haber renovado en su momento ya el Tribunal y que desde luego a día de hoy es plenamente legítimo para dictar una sentencia y que por tanto, desde esa legitimidad que, en mi opinión, le sigue asistiendo, todos debemos dejarle trabajar y respetar las dinámicas propias de la institución", agregó.

ES EL PP EL QUE "PONE CHINAS" EN EL CAMINO

Con todo, Caamaño también hizo hincapié en que si la renovación no se ha producido ha sido porque el PP "ha mantenido una estrategia de bloqueo que está dañando a las instituciones". "Recordemos por qué y quién ha estado poniendo chinas para que esto no ocurriese", remachó.

El ministro recordó que el principal partido de la oposición recurrió la Ley Orgánica del TC y cuando el alto tribunal respondió que esa ley es constitucional, recurrió el reglamento del Senado, que también fue declarado de acuerdo a la Carta Magna.

A partir de ese momento, denunció, el PP ha mantenido una actitud "posible dentro de la ley, pero dudosa desde el punto de vista de su espíritu", designando sólo a "dos personas específicas" para los cargos de magistrados desde todas sus comunidades autónomas, frente a "la pluralidad de candidatos que había".

Caamaño aseguró que el PSOE quiere que al TC "vayan los mejores dentro de los que existen y que no exista un sistema de cupos partidarios" y recordó que los senadores socialistas "siempre han estado abiertos a dialogar" y a acometer esa renovación, mientras que el PP "se ha colocado a sí mismo en una situación compleja de la que él debe responder".

SENTENCIA "LO ANTES POSIBLE"

En cualquier caso, Caamaño se mostró esperanzando en que habrá una sentencia sobre el Estatut de Cataluña "lo antes posible", porque "es bueno para España, pero bueno también para el Tribunal". "Sin duda --apuntó-- los magistrados constitucionales son los primeros convencidos y conscientes de ello".

El ministro recordó que la tarea que tienen ante sí "no es fácil", ya que tienen que realizar una interpretación de la Constitución en un asunto en el que el recurrente, y en particular el PP, "no es que haya impugnado diez cuestiones de una ley, sino que la ha impugnado prácticamente toda".

Además, señaló que los magistrados deben "conciliar una posición de consenso" y conformar una mayoría, razonando por escrito cuál es la correcta interpretación de la constitución. Caamaño reconoció que tres años en dictar una sentencia es "mucho tiempo", pero aseguró qeu se se verifica la media de tiempo que el tribunal emplea en emitir fallos en pleno se puede "comprobar que es muy superior a lo que se lleva hasta ahora".

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