A CORUÑA, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Educación, Mercedes Cabrera, se mostró en contra de poner en marcha "medidas a nivel nacional" en relación a las agresiones escolares que se graban en teléfonos móviles, y consideró que "pueden establecer sistemas de funcionamiento demasiado rígidos que impidan la toma de decisiones concretas a nivel local".
En declaraciones a los medios, durante una visita oficial a A Coruña, Cabrera aseguró "confiar en la capacidad de cada centro escolar y de las administraciones educativas a nivel de comunidad autónoma", por considerar que tienen una "flexibilidad de adaptación a las circunstancias", la cual es "muy necesaria para hacer frente a estas situaciones".
"Las medidas de carácter general que podrían ser oportunas, tienen el problema de establecer sistemas demasiado rígidos" reiteró e incidió en que "las Administraciones locales deben tener un margen de toma de decisiones que se adapte a las circunstancias concretas".
ACTUAR SIN PERMISIVIDAD.
No obstante, señaló que "todos están de acuerdo" en que ante este tipo de acciones "hay que reaccionar con todo menos con permisividad, de manera adecuada y contundente", pero insistió en la necesidad de "saber educar y prevenir estas situaciones". "No se trata de restablecer el orden porque sí, si no también de educar y prevenir", puntualizó.
Así Cabrera en una visita a la futura sede del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología en A Coruña recordó que el uso de teléfonos móviles y de nuevas tecnologías es "un proceso imparable que no debe rechazarse" pero insistió en la necesidad de "educar en la utilización de los mismos". Así, por ejemplo, opinó que los teléfonos móviles no deberían estar en las aulas, "porque con ellos se hacen otras cosas".