Camps critica que en los actos de Roma no hubo "concepto de representación nacional" sino "interés puramente partidario"

Actualizado: martes, 27 noviembre 2007 13:23

VALENCIA, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, aseguró hoy que en el protocolo de los actos de nombramiento en Roma de 23 nuevos cardenales, entre ellos el arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, por parte del Gobierno central "no había un concepto de España ni de representación nacional" sino "un interés puramente partidario para enfocar en línea de delegación cierto tipo de preferencia". De hecho, dijo, incidentes diplomáticos como el de Roma o Venezuela "no son algo casual" sino "consecuencia de la "falta de criterio, de sentido y responsabilidad" de quien lidera la política exterior y la diplomacia española".

Camps, que realizó estas declaraciones en una entrevista concedida a la Cope recogida por Europa Press, señaló que cuando el presidente del Gobierno "no tiene las ideas muy claras, termina habiendo un problema protocolario en un lugar determinado" como el ocurrido en el Vaticano, donde, según dijo, no se organizó a la delegación española hasta "estar en la propia Basílica a punto de empezar los actos" y además, se hizo "atendiendo más a cuestiones de partido y luchas partidarias que a lo que ha de ser la representación de una nación", de modo que se "tiró hacia atrás" a los representantes de la Comunitat, aseveró.

A su entender, esta actuación "esconde un desorden en función de los intereses de partido y no de los de España", la cual "debería haber tenido una organización mucho más seria y mucho más solemne", donde "todo hubiera tenido que estar aclarado mucho antes", como en otros actos similares con representantes de distintas autonomías, en los que "el respeto del Gobierno de España a los presidentes de las comunidades es independiente al color político de cada uno de ellos, y fuera de España ha sido siempre exquisito", aseguró.

No obstante, en esta ocasión, "todo fue al revés", subrayó, ya que, para Camps, "quienes tienen una idea distorsionada de lo que es España lo plasman también con sus actuaciones cada vez que tienen que tomar alguna decisión, ya sea un discurso, una cuestión protocolario, la presencia en un acto determinado o cualquier cosa".

Así, apuntó que la ceremonia organizada por el Vaticano incluía dos grandes actos, uno el sábado y otro el domingo, y criticó que "el Gobierno de España desapareció en la entrega del anillo el domingo", a su juicio, "cosa bastante curiosa y paradójica". Asimismo, consideró "extraña" y "contradictoria" la actitud de la vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, que en la cena del sábado citó a Santo Tomás en latín.

SIN QUEJA

Por otra parte, Camps aseguró que "en ningún momento hubo ninguna queja de forma escrita dirigida ni al Gobierno ni a la Embajada" en cuanto a su malestar por la ubicación en la Basílica, sino que fue la Embajada quien, "por su mala conciencia", dijo, emitió un comunicado por la tarde, "de forma absolutamente extraordinaria", para "intentar explicar lo que había ocurrido" aunque "nadie había manifestado ningún tipo de queja formal por escrito".

Para el presidente de la Generalitat, la nota explicativa de la Embajada es "la demostración más palpable de que ellos mismos se dieron cuenta de que no habían actuado conforme correspondía". De hecho, "nunca había ocurrido una cosa así", en la que se adelantó a "lo que presumiblemente se imaginaba que alguien iba a contar y alguien había notado", apostilló. "Ellos mismos quisieron tapar una herida que nadie había puesto en manifestación", apostilló.

Por último, Camps comentó que España "tiene la suerte de contar un gran cuerpo diplomático y de embajadores excepcionales, que en situaciones críticas, a veces muy complejas por el espacio y la gente que representa distintas instancias o administraciones, actúan con la celeridad y la exquisitez que corresponde". Sin embargo, "aquí el Gobierno de España no quiso hacerlo así, quiso hacer otra cosa y al final salió lo que salió", sentenció.