BARCELONA, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
El portavoz parlamentario de CiU y secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, llamó hoy a los catalanes a "una huelga a la japonesa", es decir, a trabajar mañana 12 de octubre, como "la mejor respuesta a la utilización del sentimiento de hispanidad" por parte del líder del PP, Mariano Rajoy, a raíz de su discurso televisivo con ocación del Día de la Hispanidad.
En una entrevista de Europa Press, Puig denunció el intento de "manipulación burda de las bajas pasiones" que, en su opinión, hace el PP en esta celebración, con la "complicidad y debilidad del PSOE", y acusó a ambos partidos de "plantear de nuevo la confrontación" territorial en esta fecha.
Por ello, insistió en reclamar al presidente de la Generalitat, José Montilla, que "no sea cómplice de esta lucha de banderas entre el PP y el PSOE" no asistiendo a la conmemoración en Madrid. Puig le acusó de "actuar más como presidente de una gran provincia española y como miembro de un gran partido español" que como presidente de Catalunya.
"Hubiera sido un acto de firmeza nacional" si hubiera decidido "no ser un protagonista más de una fiesta que, si sólo fuera de exaltación patriótica española sería aceptable, pero que es una manifestación de ocupación emotiva, ideológica y patriótica y un intento de patrimonialización del sentimiento de otros referentes nacionales" por parte de los dos grandes partidos, afirmó.
VÍDEO DE RAJOY.
En este sentido, criticó el vídeo del líder del PP, Mariano Rajoy, en el que pronuncia un discurso con motivo del Día de la Hispanidad y lo equiparó con el de las juventudes del PSOE, porque "ambos vuelven a hacer aflorar la bipolarización de dos Españas que rompe la convivencia".
Puig reclamó a PP y PSOE que "no arrastren a la monarquía a sus posiciones partidistas", y aludió como ejemplo a la foto del Rey en traje militar propiciada ayer por el Gobierno al convocar el Consejo de Defensa Nacional, advirtiendo de que estas apropiaciones "pueden hipotecar el papel de arbitraje" que el monarca debe jugar "en los momentos clave".
Pidió también al Rey que asuma ese papel "de árbitro y mediador" que asumen hoy "las monarquías constitucionales europeas", con una "mayor comprensión a las tensiones internas" del Estado.
PIDE AL REY QUE SEA "ÁRBITRO".
Así, reclamó al monarca, "no tanto que tome parte, sino que sea neutral", al considerar que sus "silencios y sus apelaciones a la unidad de España" en momentos de tensión territorial, los últimos meses, "se han interpretado más como complicidad con el nacionalismo español que como comprensión de la plurinacionalidad del Estado".
"Creemos que la primera transición política española estuvo muy bien gestionada y buena parte de lo que ocurre hoy se debe" a que desde hace "dos o tres años se ha abierto la puerta de una segunda transición", señaló Puig.
En este contexto, y recordando que CiU "no es un partido monárquico", Puig consideró que, "pese a todas las carencias" en el papel del monarca en la actualidad, el Rey "continúa siendo hoy más garantía de un posible proceso de reconocimiento plurinacional y de avance hacia un Estado federal" que los dos principales partidos españoles.
Puig señaló así que "un presidente republicano llamado Mariano Rajoy o José Bono son una mayor amenaza a cualquier intento de avanzar hacia el estado plurinacional" que el Rey. Explicó también que el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol (CiU) ha intercambiado sus "inquietudes y preocupaciones" con el Rey Juan Carlos en actos recientes en los que han coincidido.
Así, explicó el artículo reciente de Pujol "no como un ataque al Rey, sino al sistema del que está al frente, que ha defraudado a los catalanes" y como un reclamo para que asuma "un papel más activo en la actual confrontación que se está dando entre las diferentes partes del Estado", un papel de "imparcialidad".
DESPENALIZAR LA QUEMA DE FOTOS.
Puig dijo "condenar, rechazar y lamentar" las quemas de fotos de los Reyes, que consideró "un grave error" y un "canal inadecuado de expresión de unas ideas", pero denunció que la "reacción desde fuera de Catalunya ha sido tanto o más incendiaria". "A los incendiaros antiborbónicos les contestan los pirómanos anticatalanistas y cuantas más fotos del Rey se queman más crece la bandera española", afirmó.
Ante este escenario, reprochó al presidente Montilla que "no haya reaccionado antes" y que haya dado una respuesta "dos semanas después", señalando que CiU hubiera querido "antes" el posicionamiento de Montilla en favor de despenalizar las quemas.
"El presidente catalán hubiera tenido que salir desde el primer momento a defender con contundencia el respeto a los símbolos e instituciones, defender la convivencia y el civismo, y a poner también en evidencia que la reacción del Estado y de la Fiscalía ha sido desproporcionada", afirmó.
Así, se manifestó partidario también de "no penalizar la utilización indebida" de los símbolos "si no se atenta a la integridad de las personas". Para Puig, "tan anacrónico es mantener en el Código Penal que la quema de símbolos es un delito, como manifestar las posiciones políticas o soberanistas a través de actitudes de incivismo y provocación estéril".
Puig confió en que "cuando baje toda esta humareda, que es posible que sea después de las elecciones generales", se pueda "dar paso a la política en mayúsculas" para afrontar esa segunda transición hacia "un Estado más federal".