Condenado el agresor de Miriam Alonso a 11 años de internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario

Actualizado: miércoles, 3 octubre 2007 15:26

La Audiencia de Madrid señala que Jorge Ramos "tenía capacidad mental para decidir ejecutar su plan", pese a que le absuelven penalmente

MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a Jorge Ramos Vázquez, el joven que arrojó a Miriam Alonso a las vías del Metro de Madrid el 4 de octubre 2005, a once años de internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario como medida de seguridad ante la esquizofrenia paranoide que sufre.

En una sentencia notificada hoy, la Sección 23ª le absuelve de un delito de asesinato en grado de tentativa, con la circunstancia atenuante de confesión por concurrir la eximente completa de anomalía psíquica por la enfermedad que padece desde la adolescencia.

Momentos después de conocer el fallo, Miriam se mostró decepcionada y manifestó a Europa Press que en "España no hay Justicia" porque, a su juicio, "tratan peor a los que no hemos hecho nada que a los culpables".

Por su parte, la abogada de la víctima, Olga López, consideró insuficientes los años de internamiento impuestos por el tribunal y no descartó interponer un recurso contra el fallo, una vez que estudie a fondo el contenido de la sentencia.

Los magistrados acuerdan imponer a Jorge Ramos once años de internamiento, pese a que la Fiscalía de Madrid había pedido en la última sesión del juicio que se le internara 14 años, 11 meses y 29 días a la vista de la peligrosidad que entrañaba la esquizofrenia paranoide que sufre con "ideas delirantes y alucinaciones que anulan su capacidad cognitiva".

En su última palabra, el procesado manifestó: "Estoy arrepentido. Pido perdón y que le vaya lo mejor posible a Miriam". A ésta la llegaron las disculpas a través de su padre y hermano, ya que prefirió ausentarse de la sala.

RESPONSABILIDAD CIVIL

En cuanto a la responsabilidad civil, Ramos Vázquez deberá pagar una indemnización a Miriam de 10.740 euros por sus lesiones temporales y 488.000 euros por las secuelas que padece, entre ellas, la amputación de la pierna izquierda. Además, tendrá que indemnizar a los padres de la joven, Manuel Alonso García y Catalina Corraliza, con 150.000 euros.

Igualmente, los magistrados le imponen la obligación de pagar 23.641 euros a la aseguradora La Fraternidad Mupresca, más las cantidades que se fijen en ejecución de sentencia, por las intervenciones quirúrgicas a las que ha sido sometida Miriam en la pierna y en la nariz.

La joven ya recibió un anticipó de unos 400.000 euros por parte de Metro de Madrid, que deberá devolver cuando se haga efectiva la indemnización impuesta por la Sala.

"EL HIJO DE DIOS"

En el relato de los hechos, el tribunal declara probado que Jorge Ramos "sufre una esquizofrenia paranoide en los últimos tiempos por delirios, en los que viene a imaginar que es el hijo de Dios y debe unir a Dios con el mundo cometiendo un grave pecado, como sería matar a un ser humano para salvar al mundo".

Dentro de su delirio, el joven decidió la tarde del 4 de octubre de 2005 "matar a una persona cualquiera". Así, hacia las 20.00 horas estaba en el andén de la estación de Metro de Carabanchel, donde también se encontraba la que sería su víctima, de 20 años.

"En el momento en que hacía su entrada por la vía un convoy, Jorge propinó un fortísimo empujón a Miriam, a la que no conocía de nada. Miriam cayó a la vía y fue atropellada por el convoy sin que el conductor del tren pudiera hacer nada para evitar el atropello", señala la resolución.

Tras ello, Jorge salió corriendo de la estación y se dirigió al Hospital Gómez Ulla, donde entró en la garita de seguridad. "Policía deténgame, máteme o pégueme, porque acabo de empujar a una chica al metro", chilló el chico a las vigilantes de seguridad, que le retuvieron hasta que llegó la Policía.

BAJO VIGILANCIA

Según el tribunal, "Jorge Ramos tenía capacidad mental para decidir ejecutar su plan y para discernir el modo de ejecución". "Y alcanzaba a comprender --señala-- el significado de lo que había hecho, porque inmediatamente después fue a entregarse a quién él creía un policía confesando lo que había hecho".

La sentencia subraya que el chico no siguió tratamiento alguno desde 2004 ni estaba bajo medicación en el momento de cometer los hechos. Por eso, resalta que "solamente en una institución cerrada y con vigilancia es posible una supervisión seria del imprescindible tratamiento" que debe de seguir.

A consecuencia del atropello, Miriam sufrió múltiples lesiones y la amputación de la pierna izquierda y de un dedo del pie derecho. Las lesiones tardaron en curar 179 días, de los que 90 fueron de ingreso hospitalario y en los restantes días Miriam estuvo impedida para sus ocupaciones habituales.

SECUELAS PSÍQUICAS

Además de las secuelas físicas, Miriam parece un síndrome de estrés postraumático. Todo ello la impide realizar actividades como ducharse, vestirse o cocinar, por lo que requiere de ayuda de terceras personas.

En el juicio, el doctor José Antonio García Andrade, uno de los forense que examinó a la joven tras el atropello, explicó que padece un trastorno de estrés postraumático y una "disimetría en la cadena" que le provoca una "alteración parcial" de tipo sexual y un futuro trastorno si se queda embarazada.