El conductor juzgado por ir ebrio a 160 kilómetros y casi atropellar a un policíá acepta 1,6 años de cárcel

Actualizado: miércoles, 25 abril 2007 19:48

GIJÓN, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

El joven de 23 años acusado de circular ebrio por ciudad a 160 kilómetros por hora y que en su huida casi atropella a un Policía Local, aceptó una condena de 1,6 años de cárcel por un delito de atentado y el pago de una multa de 540 euros por otro contra la Seguridad del Tráfico, además de la retirada del carné de conducir durante un periodo de 14 meses, según confirmó a Europa Press su letrado. El imputado llegó a un acuerdo con la Fiscalía antes de que se celebrara la vista hoy, en el Penal número 2 de Gijón.

El Ministerio Público rebajó así la pena solicitada inicialmente de 4 años de cárcel, pago de una multa de 6 meses de duración, con cuota diaria de seis euros (1.080 euros), así como la retirada del carné durante un año y nueve meses.

Los hechos tuvieron lugar el pasado día 7, sobre las 18:22 horas, cuando el acusado conducía un BMW a pesar de tener supuestamente las facultades alteradas por la ingesta de alcohol. El conductor iba por la rotonda de Viñao, en la calle Albert Einstein con Justo del Castillo, cuando un agente de la Policía le dio el alto, al haberse constatado previamente que el acusado circuló a una velocidad aproximada de 160 kilómetros por hora, pese a haber tráfico intenso.

Tras indicarle el policía que detuviera la marcha y se detuviera en el margen derecho de la calzada, el imputado realizó inicialmente la maniobra, acatando así la orden, aunque acto seguido, en el momento en que el agente se dirigió al turismo, el acusado giró las ruedas hacia el policía y aceleró bruscamente en la dirección de este, según el informe fiscal. Ello obligó al agente a apartarse precipitadamente para evitar ser arrollado.

Posteriormente, el vehículo fue localizado por una patrulla de la Policía Local en la calle de Fernando El Santo. Los agentes procedieron a la detención del imputado, que había entrado en una taberna irlandesa.

Según el informe policial, el detenido presentaba síntomas inequívocos de su estado de embriaguez, como "equilibrio inestable, ojos acuosos y aliento alcohólico". El hombre arrojó un resultado positivo en la prueba de alcoholemia, con una tasa de 0,77 MG / l y 0,72.