MADRID 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Mesa del Congreso ha rechazado este martes la petición cursada por Izquierda Unida para que la Cámara Baja "verifique, informe y garantice" que la infiltración informática que se produjo en el Senado no ha tenido impacto también en equipos del Congreso y lo ha hecho por considerarlo innecesario habida cuenta de que los sistemas de cada cámara son independientes desde el punto de vista técnico.
El pasado mes de mayo la Mesa del Senado decidió abrir un expediente y despedir a dos informáticos de la Cámara por acceder a material informático y la posible intrusión en archivos de ordenadores de parlamentarios.
Según el presidente de la Cámara Alta, el 'popular' Pedro Rollán, los dos trabajadores llevaron a cabo esta infiltración por "interés personal" para poder optar a un proceso de promoción de personal, negando, a priori, que hubiera podido haber descargas de archivos ni que se hubiera visto afectada la intimidad de los senadores.
VERSIONES "CONTRADICTORIAS" EN EL SENADO
Sin embargo, las "diferentes y contradictorias" versiones que, según los diputados de IU, ofrecieron los máximos responsables de la Cámara Alta bajo el mando del PP, les llevaron a proponer que la la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, llevase a cabo una solicitud de información al Senado para conocer "en detalle el alcance del incidente".
También pidieron que los servicios informáticos de la Cámara Baja establecieran "los mecanismos pertinentes de comprobación" para garantizar que lo sucedido en el Senado no había tenido "impacto en la infraestructura informática" bajo su responsabilidad.
Ya que, a su juicio, lo ocurrido en el Senado "podría suponer una injerencia en los derechos no solamente personales de los parlamentarios, sino también en las garantías democráticas de su trabajo de representación de la ciudadanía".
Sin embargo, según han explicado fuentes parlamentarias, la mayoría del PP y PSOE en la Mesa del Congreso ha considerado innecesario atender esta reclamación de Izquierda Unida, dada la imposibilidad técnica de que la infiltración en la Cámara Alta haya afectado a la Baja.