La Cámara ha encargado estudios a dos consultoras desde 2010 y ha adjudicado sendos contratos de obras sin publicidad desde entonces
MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Congreso de los Diputados tiene previsto realizar inyecciones para consolidar una de las esquinas de la fachada principal del Palacio de la Carrera de San Jerónimo, pero el edificio no corre peligro puesto que "no existen riesgos estructurales que puedan poner en cuestión" su "seguridad".
Así consta en el informe redactado por la arquitecta conservadora de la Cámara, Ana Jiménez Díaz-Valero, el pasado mes de febrero después de que el semanario 'Interviu' publicara varias informaciones alertando del estado de la estructura de la sede de la Cámara Baja.
En su escrito, que ha sido analizado este martes por la Mesa del Congreso, y al que ha tenido acceso Europa Press, la arquitecta repasa las obras que se ha ido acometiendo desde la anterior legislatura, bajo la presidencia del socialista José Bono, y detalla las que se quieren realizar antes de noviembre de este año, cuando está previsto finalizar la actual fase de reformas.
Como una de sus conclusiones, la arquitecta subraya que las fisuras detectadas en 2010 en las fachadas del Palacio fueron "mínimas", de 2 milímetros concretamente, y que el espesor de las fisuras no ha sufrido variación alguna. De hecho, remarca que en la actualidad "sólo se aprecian pequeñas aberturas de llagas en las ventanas adyacentes a la esquina sureste de la fachada".
"Por tanto, parece claro que los muros de la fachada están estabilizados y no existen riesgos estructurales que puedan poner en cuestión la seguridad del edificio", asevera, a la vez que defiende que la carga total que llega a los cimientos no se va a ver afectada por las últimas reformas porque el refuerzo que se han realizado en la estructura del Palacio no es "significativo" a estos efectos.
LA EMPRESA DE MANTENIMIENTO HIZO OBRAS URGENTES EN 2010
El informe desvela que en abril de 2010 la empresa adjudicataria del contrato de obras de mantenimiento y reparación de la Cámara ejecutó una primera fase de obras "más urgentes" consistentes en el saneado y protección de unos cortes de tierras y, un mes después la institución encargó un informe a una consultoría externa --cuya identidad no se desvela-- que hizo las correspondientes recomendaciones para la rehabilitación de los sótanos del Palacio.
El contrato para las obras en los sótanos se adjudicó en marzo de 2011 a Acciona Infraestructuras, mediante "procedimiento negociado sin publicidad", según justifica el informe, por "razones de seguridad". Esas obras finalizaron en septiembre de ese mismo año.
Ya en la presente legislatura, concretamente en agosto de 2012, se inicia el proceso de rehabilitación del Palacio, que arrancó con las obras de sustitución de las cubiertas y reordenación de los equipos de climatización situados en ella. El proyecto fue redactado por la Dirección General del Patrimonio del Estado, que adjudicó las obras a Dragados.
Durante las mismas se descubrió la "delicada situación" de la estructura de la cubierta de madera, muy dañada por las humedades producidas a lo largo de los años, y hubo que ampliar el proyecto para repararlas. La vicepresidenta primera del Congreso, Celia Villalobos, encargó entonces a la arquitecta conservadora un plan de trabajo para arreglar los daños existentes y recuperar el edificio, en la medida de lo posible, a su estado original.
Así, en noviembre de 2013, la arquitecta establece un primer plan dividido en tres etapas y que da prioridad al proyecto para reparar el saneamiento, las afecciones estructurales en la cimentación, la remodelación de la planta segunda y su repercusión en la estructura e instalaciones del Palacio.
DAÑOS PUNTUALES QUE NO AFECTAN A LA ESTABILIDAD
Con el fin de garantizar que el proyecto era acorde con su finalidad, se solicitó un informe externo a una consultora de ingeniería --que no se identifica en el informe-- para comprobar el estado de conservación y estabilidad de la estructura del edificio, así como la viabilidad del nuevo proyecto de reparación.
La consultora concluyó que los "daños puntuales" detectados no afectaban "a la estabilidad global del edificio" y las tensiones provocadas por los muros de carga eran admisibles. Con este panorama, la Mesa del Congreso adjudicó el contrato para estas obras a Dragados mediante un procedimiento negociado sin publicidad en agosto de 2014.
Así, además de cambiar las cubiertas y reordenar las instalaciones de climatización del hemiciclo, en esta legislatura el Congreso ha rehabilitado la planta segunda del Palacio, ha reparado la estructura de madera que hay encima del Salón del Plenos y han sustituido todas las bajantes del edificio, entre otras cosas.
Además, la Cámara contempló "el refuerzo de la cimentación en los puntos en los cuales el Palacio presentaba problemas de actuaciones anteriores a 2010", realizó un estudio geotécnico para determinar las características y apoyos de los cimientos y viene controlando los fisurómetros instalados en grietas y fisuras interiores "sin que hasta el momento se hayan detectado movimientos".
TERRENO POCO CONSISTENTE
El pasado mes de enero se procedió al recalce de todos los cimientos que presentaban problemas y en esta semana está previsto realizar "inyecciones de consolidación en la esquina sureste de la fachada principal --la más cercana a Neptuno--, donde se ha encontrado terreno poco consistente hasta llegar al firme".
En la planta segunda se detectó una "exagerada diferencia de nivel" en las vigas de madera del forjado, concretamente de 12 centímetros, pero que no es debida a problemas estructurales sino a la construcción original. Ante esta situación se ha optado por un forjado que combina vigas metálicas y chapa colaborante, introduciendo así materiales que resisten el fuego, como se ha hecho también con las cubiertas que se han retocado.
El plazo contractual previsto para la finalización de las obras es el próximo mes de noviembre. Ahora se está iniciando un procedimiento para la elaboración del proyecto de rehabilitación del primer sótano, para restaurar los muros de fábrica, adecuar las instalaciones y reordenar espacios.
"A pesar de la aparatosidad de las lesiones que se observan, su repercusión en la seguridad de las cimentaciones es muy poco relevante, por lo que la reparación recomendada puede perfectamente integrarse en los trabajos ya previstos de rehabilitación general de los sótanos", reza el informe de la arquitecta.
