Denuncian que el debate sobre la supresión del Impuesto de Patrimonio quede excluido de la Conferencia Política del PSM

Actualizado: sábado, 6 octubre 2007 18:33

Vilallonga cree que "la mayoría" del partido rechaza eliminarlo, como propuso Gómez

MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

La concejala socialista de Madrid y portavoz del PSOE en la Comisión de Economía y Empleo, Isabel Vilallonga, criticó hoy que no se haya permitido discutir sobre la propuesta del secretario general del PSM, Tomás Gómez, de anular el Impuesto sobre el Patrimonio dentro de la mesa de trabajo sobre Economía de la Conferencia Política del partido que se está celebrando en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid este fin de semana.

Vilallonga había presentado un documento criticando la cancelación del impuesto, tal y como se proponía en las bases de la conferencia, que pretende ser abierto y contar con la opinión de la sociedad civil para dinamizar el debate. Sin embargo, cuando la edil preguntó al secretario de Economía y Empleo del PSM y presidente de la mesa, Antonio Carmona, sobre cuándo se iba a debatir ese tema, éste le respondió que "no iba a dar tiempo, que la conferencia era para los movimientos sociales y que ese asunto ya se discutiría en el seno del partido".

"Me parece una falta de democracia interna, sobre todo teniendo en cuenta que éste es el tema que está en el centro del interés informativo, ya que fue el propio Tomás Gómez quien habló de ello en primer lugar", explicó Vilallonga a la salida de la mesa, añadiendo que "se han tratado temas de comercio, de industria o de agricultura, pero al Impuesto sobre el Patrimonio no se le ha reservado un espacio".

Además, la concejala opinó que "la mayoría del partido está en contra de eliminar este impuesto" y explicó los puntos centrales de su comunicación, que pasan por "buscar una alternativa que garantice que las rentas de capital contribuyan al sostenimiento del sistema financiero y presupuestario de la Comunidad de Madrid y de toda España".

"Estamos de acuerdo con que hay que elevar el mínimo exento del Impuesto sobre el Patrimonio, pero también creemos que hay que complementarlo con un impuesto sobre las grandes fortunas y capitales para compensar por los menores recursos que se recaudarían", indicó Vilallonga, y matizó que "lo que no puede ser es que simplemente desaparezca, porque entonces los grandes patrimonios que están constituidos como sociedades familiares buscarán esa salida para no contribuir en absoluto".

En cualquier caso, la edil consideró que "el Impuesto sobre el Patrimonio debería mantenerse por su carácter censal, por ser un instrumento de control adicional para el IRPF, porque grava los niveles más altos de renta, incentiva la mayor utilización del factor capital haciendo tributar tanto a la riqueza productiva como a la improductiva y porque es un instrumento más de redistribución de la renta".

MODIFICACIONES FISCALES

Además del Impuesto de Patrimonio, Vilallonga mencionó la necesidad de introducir otra serie de figuras tributarias, por ejemplo, de carácter medioambiental. "En la Comunidad de Madrid hay un verdadero despilfarro energético, y en ese campo se podrían hacer aportaciones", aludió la edil capitalina, por lo que "se deberían crear figuras tributarias que permitan gravar directamente a los sectores y actividades renuentes a modificar sus procesos productivos de forma que sean compatibles con el medio ambiente".

Asimismo, Vilallonga recordó que "con la supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones por parte del Ejecutivo autonómico, donde la exención es del 99 por ciento, ya se ha multiplicado por siete desde 2005 el acogimiento a esta figura por parte de las grandes fortunas para no pagar, lo que supondrá la pérdida de 68 millones de euros en 2007 con respecto a 2006". "En este sentido y desde mi punto de vista, es un verdadero dislate entrar en una política de propuestas de rebajas impositivas cuando la reforma de los impuestos necesaria a quien debe beneficiar es a las rentas de trabajo, que son precisamente las que están contribuyendo fiscalmente en mucha mayor medida que las rentas de capital", añadió la concejala 'guerrista'.

"Estamos hablando de una política de rebajas fiscales indiscriminada que es la que pretende hacer Esperanza Aguirre, por ejemplo, con el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, lo que hay que decir que ha provocado un cierto efecto de territorio fiscalmente tolerante respecto de otros lugares", arguyó Vilallonga, refiriéndose a la necesidad de un modelo fiscal unitario para todo el Estado para evitar la creación de 'paraísos fiscales' dentro de un mismo país.

Por último, la concejala de Madrid explicó que no desea que el partido entre en "una carrera por ofrecer rebajas fiscales, porque lo que tiene que haber en el programa electoral del PSOE es un modelo único para todas las comunidades autónomas, por lo que apostar por estas rebajas no es la línea que los socialistas" deberían llevar.

En la mesa de Economía, que se inscribe dentro del eje de 'Economía, Empleo y Sostenibilidad', participaron, además, el portavoz de Economía del PSOE en la Asamblea de Madrid, Enrique Echegoyen, y la diputada regional Livia Castillo.

CRÍTICAS A AGUIRRE

El documento que Vilallonga quería discutir hoy, y al que tuvo acceso Europa Press, incluía también críticas a la gestión del Ejecutivo de Aguirre, que es "insostenible e insolidario" y que tiene "una gran vulnerabilidad", además de que crear "desequilibrios ecológicos", por el despilfarro energético y sobreexplotación de recursos y "territoriales", por existir grandes desigualdades en inversión entre los municipios del norte y oeste metropolitano y el sur y el este.

Además, la socialista consideró que el modelo de gestión del PP favorece los desequilibrios sociales, ya que "en 2005, el 48 por ciento de los trabajadores cobraban un salario situado en torno a los 7.000 euros anuales mientras sólo el 13 por ciento de los asalariados percibían más de 75.000 euros al año", además de por haberse reducir el gasto social, en sanidad y en educación.

Asimismo, criticó, la "mala redistribución de los beneficios", "la carestía de la vida", "la especulación inmobiliaria" y la "reducción de los servicios públicos".