Denuncian a una ginecóloga por dejación de funciones y causar una parálisis cerebral al bebé tras inducir el parto

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 7 febrero 2008 19:08

MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

Un matrimonio denunció hoy que por culpa de la dejación de funciones de la ginecóloga que les atendió en el parto de su último hijo, en la madrileña Clínica Nuestra Señora del Rosario, éste fue sometido a un "sufrimiento absolutamente innecesario y evitable" que le provocó "una parálisis cerebral por una falta de oxígeno muy larga y muy pronunciada".

En declaraciones a Europa Press Televisión, la madre de Álvaro, Marifran Fernández, explicó que debido a esto han interpuesto una querella criminal contra la ginecóloga Alicia Guntiñas --que ha sido citada como imputada--, contra la Clínica Nuestra Señora del Rosario y contra la matrona.

Todo ocurrió el 27 de marzo de 2007, cuando la ginecóloga decidió inducir el parto "porque según ella el niño era ya suficientemente grande, fuerte y estaba más que hecho". "La fecha probable de parto estaba mal calculada por esta señora y se podía haber esperado como mínimo unos diez días más para que el parto fuera natural sin tener que provocar nada", comentó la madre.

Ese día, a las 9.00 horas de la mañana, la madre ingresó en la clínica y la ginecóloga decidió realizar un alumbramiento inducido antes de tiempo. Así, la conectaron al monitor de registro tococardiológico --para seguir los signos vitales del feto-- y la médico supuso que hasta la noche no nacería.

A partir de ese momento, la concatenación de errores fraguaron la tragedia de esta familia. "Durante el parto hemos estado desatendidos y se provocó un sufrimiento largo y muy pronunciado que se podría haber evitado si la ginecóloga y la matrona hubiesen controlado el monitor y las constantes vitales del bebé", recalcó.

Según puntualizó la madre, "el monitor indicaba, tal y como han dicho el perito forense y los médicos, que al menos hubo hora y media de sufrimiento fetal agudo que se podía haber evitado".

"El monitor llevaba dando señales de que el niño sufría, de que le faltaba el oxígeno, desde aproximadamente las 13.30 horas, a las 15.00 horas ya era alarmante lo que estaba sufriendo Álvaro, y la cesárea no se produjo hasta las 20.00 horas, largas horas de sufrimiento, de una barbarie evitable si esta doctora hubiese hecho su trabajo", denunció Marifran.

Pero a pesar de sus preguntas, los profesionales les aseguraron en todo momento que a pesar de lo que dijera el monitor "el niño estaba bien". "Pero los picos que reflejaba el monitor no eran normales, no lo habíamos visto nunca, ni en las monitorizaciones de nuestro primer hijo ni en las de Álvaro que hasta la fecha el control era normal; ese monitor parecía que había enloquecido y las señales eran un tanto extrañas, por eso preguntamos y siempre nos aseguraban que el niño estaba bien y que no nos preocupáramos", recordó.

Por este motivo, y para que no se repita esta "dejadez de funciones", la familia ha interpuesto una querella criminal y, según subrayó la madre, están dispuestos "a ir hasta donde haya que ir para conseguir que esta señora --la ginecóloga-- no vuelva a ejercer".

DIEZ MESES DESPUÉS

Ahora, después de diez meses, aun no salen de su asombro por lo ocurrido. "Lo que nos preguntamos todos los días, cada minuto, cada segundo, cuando vemos a Álvaro, es para qué nos indujeron el parto si luego no fuimos atendidos, porque es colocar al bebé y a la madre en una situación de altísimo riesgo para luego no estar pendientes de ellos, no lo entendemos, ella desapareció y estábamos solos en el paritorio", comentó.

Tras las primeras horas después del parto, los especialistas de la clínica decidieron el traslado del bebé al Clínico San Carlos, pero, según aseguró la madre, "en ningún momento" les alertaron del estado de gravedad que revestía la salud de su hijo.

"Él quería nacer y no le dejaban nacer, no le estaban ayudando; el niño se estaba ahogando y no le estaban ayudando, siempre nos dijeron que estaba bien, que tan solo había tenido una pequeña falta de adaptación al medio, pero que estaba bien, cuando en realidad eso era falso porque el niño tenía ya un grave edema cerebral, tuvo convulsiones cerebrales a las siete horas de nacer, que es indicativo de lesión cerebral, y eso no nos lo dijeron", explicó.

Por su parte, el director de Nuestra Señora del Rosario, Antonio Cerdá, indicó en conversación telefónica que una vez abierto el proceso judicial esperan que sea la Justicia la que se pronuncie sobre las responsabilidades que puedan existir en la atención del parto.

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