Denuncia que se instalan en los ayuntamientos vascos una enseña "que no es deseada" por la "persecución" de los poderes centrales
BILBAO, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
El portavoz parlamentario del PNV y presidente del GBB, Joseba Egibar, espera que, "algún día", no sólo una alcaldesa, como la de Mungia, sino que "cien" regidores vascos recurran, por objeción de conciencia, ante el Tribunal Constitucional la obligación de colocar la bandera española en los consistorios porque, entonces, el problema se trasladaría al Gobierno central o a su delegado en el País Vasco.
Además, espera que se tome conciencia de que, "también por vías democráticas y políticas, se puede hacer frente a una imposición", ya que, según ha denunciado, por la "persecución" de los poderes centrales, se instala, en la actualidad, en los ayuntamientos vascos una enseña "que no es deseada"
De esta forma, se ha referido al hecho de que la alcaldesa de Mungia, Izaskun Uriagereka (PNV), haya decidido dimitir después de que el Tribunal Constitucional haya rechazado su recurso de amparo, en el que alegaba su "derecho a la libertad ideológica y objeción de conciencia" para no colocar la enseña rojigualda en la fachada del consistorio.
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Egibar ha afirmado que "ha habido distintos tiempos en 'la guerra de las banderas'", y ha denunciado "esta constante persecución de los distintos delegados de Gobierno" que emplazan a cumplir la Ley de Banderas.
A su juicio, "la persecución" también es de "los poderes centrales", que, "con ese perfeccionamiento del proyecto en el que también buscan ya directamente las repercusiones y afecciones del orden personal, de inhabilitaciones y demás", se ha entrado "en una fase en la que, por imperativo legal, se está colocando en las balconadas y fachadas de los ayuntamientos una bandera que no es deseada, en muchos casos, y que no obedece al sentir mayoritario de la población afectada".
Tras señalar que en algunos otros "quizá haya gente que hasta mayoritariamente quisiera la bandera española", ha precisado que, "en la inmensa mayoría de los ayuntamientos vascos", no se desea.
"IMPOSICIÓN DE SENTIMIENTOS"
En su opinión, se trata de "la exhibición o de la izada de una bandera no deseada y es la propia obligación, además, bajo presión o amenaza de inhabilitación a los alcaldes o, en su caso, a los concejales", lo que "supone una imposición". "Y los sentimientos no se pueden imponer y las banderas tampoco. Llegará un tiempo en el que todavía esto también se pueda reconducir y espero que así sea", ha añadido.
En este sentido, se ha referido al caso de la alcaldesa de Mungia que se ha encontrado en "en esa tesitura de llegar hasta el Constitucional por objeción de conciencia". "Si, en vez de ser una alcaldesa, son cien, el problema no lo habría tenido la alcaldesa de Mungia, sino el Gobierno central y el delegado del Gobierno de España aquí", ha apuntado.
Preguntado por si cree que eso es algo que puede pasar, ha señalado que espera "que algún día suceda", cuando se "tome conciencia de algunas cosas" y se vea "que también por vías políticas y democráticas se puede hacer frente a una imposición".
