Archivo - El juez de la AN prevé interrogar en Francia a miembros de la cúpula de ETA por el asesinato de Miguel Ángel Blanco - Europa Press - Archivo
MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Ertzaintza ha enviado al juez de la Audiencia Nacional que investiga el asesinato del concejal del Partido Popular en Ermua Miguel Ángel Blanco un informe en el que se apoya en diferentes cartas y comunicados de ETA para señalar a la cúpula de la banda como la responsable de dar la orden de su muerte.
En ese informe del pasado 23 de mayo, al que ha tenido acceso Europa Press, la policía autonómica vasca remite al titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6 la información que éste encargó para determinar si la idea del asesinato perpetrado el 12 de julio de 1997 salió del máximo órgano de dirección de ETA.
"ETA ha sido una organización perfectamente estructurada, donde cada uno de sus componentes ha tenido una misión y se ha encontrado sometido a la disciplina y a las órdenes que el Comité Ejecutivo ha dictado en cada momento", sostienen los investigadores.
Para justificar esta afirmación la Ertzaintza recuerda que la Sección Primera de la Sala de lo Penal ya apuntó a este extremo en la sentencia de 2006 por la que condenó a 50 años de cárcel a los autores materiales del asesinato: Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote', y su compañera sentimental y miembro de ETA Irantzu Gallastegui Sodupe, 'Amaia'.
El fallo, en concreto, señalaba que Txapote, Amaia y una tercera persona ya fallecida formaban parte de un comando que, siguiendo "las instrucciones recibidas de la dirección" de ETA, "decidieron llevar a cabo una acción" contra el dirigente 'popular'.
Fue el pasado mes de marzo cuando el instructor acordó reabrir la investigación sobre el asesinato tras admitir a trámite una querella que la asociación Dignidad y Justicia dirigía contra los nueve jefes de la banda terrorista que presuntamente componían el máximo órgano de dirección en el momento de la muerte de Blanco.
"DARLE EN TODA LA CABEZA"
Entre los mismos se encuentra, como recuerda la Ertzainzta, José Javier Arizcuren, alias 'Kantauri', procesado en esta causa "en virtud del contenido de determinadas cartas incautadas en Francia como integrante" de la ZUBA.
Así las cosas, la policía pone el foco en algunas de esas misivas en las que Kantauri "daba instrucciones precisas" a un comando para ejecutar el secuestro de un concejal de los 'populares'. "Poner toda vuestra fuerza, ganas y militancia en levantar un concejal del PP", recogía la misma. En otra, el etarra añadía: "Si no podéis hacer un secuestro, darle en toda la cabeza"
Por otro lado, la Ertzaintza también se refiere al comunicado de la banda difundido en la tarde del 10 de julio de 1997 anunciando el rapto de Blanco y anunciando que el coste de su libertad sería la vuelta de 600 presos de ETA al País Vasco.
"La redacción de los comunicados supone, en primer lugar, el conocimiento de la autoría cierta de todas las acciones cuya comisión es reivindicada por ETA a través de ellos", explica la Ertzaintza, que añade "la responsabilidad y decisión de emitir dicho comunicado procede sin duda del Comité Ejecutivo de la banda en Francia".
CARTAS DE DIFERENTES COMANDOS
A su juicio, "una vez emitido un comunicado a través de los medios de comunicación social, la banda terrorista pretende con ello que se tenga conocimiento general de que ha sido ETA como organización armada la que asume la autoría de los atentados cometidos por sus comandos". "Y por tanto se hace responsable de las consecuencias de ellos derivados", añaden.
El informe, asimismo, se refiere a otros documentos incautados a la banda en la desarticulación de los comandos Vizcaya, Álava y Donosti. En algunas de las misivas localizadas se encomendaba a miembros de la banda el asesinato, entre otros, del dirigente socialista Fernando Múgica.
Entre los archivos a los que se refiere la Ertzaintza también se encuentran cartas incautadas a María Soledad Iparaguirre, alias 'Anboto', otra de las integrantes del Comité Ejecutivo de la banda en el momento del asesinato de Blanco.
En esas misivas se llamaba a atentar contra el Palacio de Justicia de Durango, contra el cuartel de Gernika y se solicitaba información enriquecida sobre empresas y empresarios a los que se reclamaba el impuesto revolucionario.