MADRID 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Exteriores, Gonzalo de Benito, ha indicado este miércoles en el Congreso que en el conflicto de Siria se han cruzado "las líneas rojas", al haberse constatado la utilización de armas químicas, y ha avisado de que, dada la falta de unanimidad para una intervención o un bloqueo internacional, a partir de agosto la Unión Europea podría dar vía libre a la venta de armamento de defensa para proteger a la sociedad civil, si la situación encallada.
En su comparecencia para explicar el último acuerdo bilateral con Estados Unidos, el 'número dos' de Exteriores ha aprovechado para informar a la oposición de a situación de Siria, donde las protestas de 2011 acabaron derivando en un conflicto bélico entre el régimen y la oposición armada.
Como el resto de países europeos que siguen el conflicto, España tiene depositadas sus esperanzas en la Conferencia de Ginebra prevista para finales de julio, a la que ha confirmado su presencia el régimen pero no así la oposición, que se presenta muy dividida.
Es en ese contexto donde que Exteriores enmarca las decisiones de la Unión Europea de autorizar primero la exportación de material militar no letal para la protección de la población civil, y después, a finales de mayo, abrir la posibilidad de exportar material de defensa, ya letal, pero condicionado a una revisión antes del 1 de agosto.
Según ha explicado, se trata de forzar el éxito de la conferencia de Ginebra y de hacer presión sobre la oposición para que acuda a la conferencia avisando de que, "si no se ve una salida, se podría empezar a exportar material letal".
DA POR CONFIRMADO EL USO DE ARMAS QUÍMICAS
Y es que, según Exteriores, hay una "alta probabilidad" de que en este conflicto se hayan utilizado ya armas químicas, como así lo han confirmado tanto Estados Unidos como el Reino Unido, y el problema es que, pese a haberse traspasado esa "línea roja", no hay unanimidad en la comunidad internacional sobre cuáles deben ser los pasos siguientes, ya que emprender una intervención militar o establecer una zona de exclusión aérea exige una autorización del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde Rusia y China no colaboran.
En este sentido, Gonzalo de Benito ha llamado a la reflexión sobre el hecho de que "si un miembro del Consejo de Seguridad como Rusia quisiera ayudar a buscar solución a esta situación, las cosas serían mucho mas fáciles".